Doble interés por el dividendo
Hay cuentas que remuneran estos abonos hasta el 10% si se destinan a comprar títulos
Con excepciones y cumpliendo algunos requisitos, las cantidades que algunas empresas entregan a sus accionistas en concepto de dividendo permiten lograr un beneficio doble. Además del importe del propio dividendo -que este año, en términos generales, ha aumentado un 34% respecto al año anterior- existe una fórmula que permite lograr una ganancia extra. Son los planes de reinversión de dividendos, una fórmula que, si bien no es nueva, cobra más sentido en un ejercicio en el que las empresas han primado la retribución al accionista frente a las nuevas inversiones.
El producto, aunque atractivo, es limitado. En principio, sólo cuatro bancos ofrecen este instrumento que aúna a un tiempo ahorro e inversión. Banco Popular y Banco Sabadell son los que mayor remuneración ofrecen, el 10,25% TAE, a los clientes de la entidad que depositen los dividendos entregados por las acciones del banco y los destinen a la compra de títulos de la propia entidad.
El requisito de establecer como condición que el fin sea la compra de valores de la propia entidad limita, no obstante, las posibilidades del producto. De hecho, el Plan de Reinversión del Santander también establece esta condición para lograr el 10% TAE por las cantidades depositadas hasta que se reinviertan.
Más posibilidades ofrece el plan del BBVA -pionero, según la entidad, en lanzar esta fórmula en 1991- que, además de permitir depositar en la cuenta las retribuciones que otorga la propia entidad, amplía esta posibilidad a cinco empresas de gran capitalización de la Bolsa española. Esto es, Santander, Repsol, Telefónica, Endesa e Iberdrola, sin olvidar el propio BBVA. En todos los casos, el cliente tiene la opción de reinvertir los dividendos de estas compañías en una cuenta remunerada al 8,16% TAE, siempre que estas cantidades se destinen a adquirir acciones del banco.
Entre las ventajas de estas cuentas especiales está el que están exentas de gastos y comisiones bancarias, lo mismo que la propia reinversión, que siempre se realiza a precios de mercado. Para contratarlas basta abrir una cuenta en la entidad en cuestión y asociarla a su cuenta de depósito de valores.
A la hora de optar por invertir el dividendo de las compañías, el accionista tiene varias opciones. En el caso del Santander, la reinversión es anual (el décimo día hábil -en términos bursátiles- a partir del abono del último dividendo con cargo al ejercicio en cuestión); BBVA ofrece varias opciones: trimestral (coincidiendo con el quinto día natural posterior, (o día hábil siguiente), a la fecha de pago del dividendo de BBVA) o semestral, mientras que en el Popular a esta periodicidad se suma, además, la periodicidad anual. El Sabadell, por su parte, exige reinvertir los dividendos en un plazo de 15 días -durante el que se aplicará el interés del 10,25%-, mientras que el importe del saldo que no se reinvierta en la compra de acciones se remunerará con un 1% TAE.
Por contra, si el importe depositado no es suficiente para comprar un número entero de acciones, el banco suele recurrir a los fondos del cliente si éste no comunica lo contrario.
Por el momento, sólo estos bancos ofrecen estos planes, pese a que no son los únicos que cotizan en Bolsa y que reparten dividendos. El escaso capital flotante de sus competidores, y el que no quieran concentrar los títulos de la entidad en un número reducido de accionistas, en unos casos, o el que no exista un dividendo como tal en otros (caso de Banesto que remunera a sus accionistas vía remuneración de nominal) pueden ser las razones de que la oferta no sea más amplia.