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Tribuna
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Hace falta un mercado de valores paneuropeo

Durante muchos años, la Asociación Europea de Capital Riesgo (European Private Equity & Venture Capital Association, EVCA) ha reivindicado la formación de un mercado de valores paneuropeo único para las empresas jóvenes y de alto crecimiento. Los avances hacia el desarrollo de un mercado único con masa crítica han sido, para nuestra frustración, tremendamente lentos. De hecho, el establecimiento de nuevos mercados el año anterior ha contribuido a que exista una mayor fragmentación, en lugar de la tan necesitada consolidación. Pero ahora, por fin, se empieza a vislumbrar la luz al final del túnel.

Durante los últimos 10 años, el ecosistema europeo para las empresas de gran crecimiento ha mejorado drásticamente. Europa cuenta ahora con un significativo capital riesgo para inversión, un conjunto cada vez mayor y más competente de expertos directivos, banqueros especializados, abogados, empresas de selección de directivos y, por supuesto, una base muy sólida de expertos en ingeniería y tecnología.

Pero quienes nos dedicamos al negocio del capital riesgo y de expansión sabemos que las perspectivas de operaciones públicas de venta (OPV) para las jóvenes empresas, exceptuando una pequeña élite, han sido bastante pobres en Europa. Ni un solo mercado de valores para empresas con gran potencial de crecimiento proporciona la combinación de liquidez y análisis experto de renta variable que se necesita para garantizar los dos elementos clave de un mercado próspero: primero, que las empresas puedan conseguir cantidades significativas de capital nuevo, y segundo, que haya suficiente liquidez para que los accionistas puedan cambiar de posición con relativa facilidad.

Actualmente existen más de 20 mercados de valores en Europa, cada uno con sus propios criterios de admisión a cotización, reglamentos, requisitos de publicación de datos, prácticas de mercado sobre OPV y sistemas de negociación. Por tanto, ¿puede sorprenderse alguien de que las mejores empresas europeas en crecimiento consigan liquidez para sus accionistas vendiendo títulos a empresas cotizadas de Estados Unidos?

EVCA ha estado haciendo presión para que se produzca una estrecha colaboración entre los mercados de valores existentes, o bien para que se amplíe el ámbito de un mercado que se convierta en paneuropeo. Un mercado de valores paneuropeo eficiente mejoraría sustancialmente la capacidad de las empresas para obtener el capital que necesitan para crecer y competir a escala internacional. También proporcionaría mayor liquidez a los directivos de las empresas y a sus inversores y, lo que es más importante, nos ayudaría a retener a más empresas de este tipo en Europa.

De modo que el anuncio hecho por la Bolsa de Londres, en la conferencia conjunta sobre capital riesgo auspiciada por la presidencia británica de la UE y la Comisión Europea, comunicando sus previsiones de expandir el AIM (su mercado alternativo) hasta convertirlo en un mercado de valores paneuropeo para pequeñas y medianas empresas (pymes), es un avance que nos llena de satisfacción. æpermil;ste es uno de los primeros pasos decisivos hacia la creación de un mercado de valores paneuropeo, y es una oportunidad que no puede dejarse escapar. Ahora corresponde a la comunidad financiera de todos los países europeos respaldar esta grata iniciativa del AIM.

Existen toda una serie de cuestiones reguladoras que deben tratarse en el plano europeo sobre AIM, un mercado autorregulado que en la actualidad opera con parámetros distintos a los de los mercados principales. Pero EVCA continuará fomentando y trabajando en el plano comunitario para convertir en realidad las intenciones del AIM. Los estudios publicados recientemente por la revista especializada Oxford Analytica estimaban que el beneficio económico de un mercado de valores verdaderamente paneuropeo para pymes podría suponer un aumento del PIB europeo de entre el 0,3% y el 0,6%. Es decir, una inyección de 50.000 millones de euros para la economía europea cada año. Un mercado de valores paneuropeo no sólo beneficiaría al sector del capital riesgo. También tendría un efecto significativo en el crecimiento y la competitividad de Europa. Y todos debemos trabajar para conseguir que sea un éxito.

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