La inflación de la zona euro desciende por tercer mes consecutivo
El avance de estimación de inflación de la zona euro, publicado ayer por Eurostat, sitúa el crecimiento de precios de diciembre en el 2,2% interanual, con lo que los Doce acumulan ya tres meses consecutivos de moderación inflacionaria. El tope se observó en septiembre, cuando los precios crecieron un 2,6% interanual. Desde entonces, el gobernador del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, empezó a enviar mensajes claros sobre una inminente subida de tipos de interés para contener el calentamiento de los precios. El 1 de diciembre, el BCE elevó el precio del dinero un cuarto de punto, hasta el 2,25%, en el primer movimiento alcista realizado en los últimos cinco años.
Con el avance publicado ayer por la oficina estadística europea, la zona euro se acerca al umbral que el propio BCE define como 'estabilidad de precios': una inflación ligeramente inferior al 2%. La todavía renqueante situación económica ha compensado el encarecimiento del petróleo, cercano al 50% en el último año.
Pese a esta tendencia, el organismo emisor sigue vigilando las pistas sobre la recuperación de la economía europea que podrían llevar aún a nuevos repuntes de precios: Alemania, el principal potencia de los Doce, ha observado cómo la cifra de producción industrial creció en diciembre a su mayor tasa en año y medio, mientras que el desempleo caía por octavo mes consecutivo.
El gobernador del Banco de Portugal y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Vitor Constantino, explicó ayer que la entidad no tiene aún decidido si seguirá subiendo los tipos de interés para eliminar las tensiones inflacionistas, aunque como una posible pista indicó que los indicadores recientes apuntan hacia la recuperación de la economía.
El diferencial español llega a 1,6 puntos
Diciembre ha supuesto ha supuesto un serio revés para la maltrecha competitividad de España, que ha visto como el diferencial de inflación respecto a la zona euro aumentaba del 1,1% al 1,6%. Este salto se debe, sobre todo, al repunte inflacionario sufrido por España en diciembre, al pasar del 3,4% al 3,8%.Después pasar casi todo el año en el entorno de un punto, el diferencial se ha disparado y hay que remontarse a hace casi tres años para observar uno mayor. Así, los productos españoles resultan cada vez más caros en términos relativos en su mayor zona de influencia.