'Nos preocupa el futuro tratamiento fiscal de los planes de pensiones'
Afronta su quinto mandato como presidente de la asociación de Instituciones de Inversión Colectiva. Rabadán (Zaragoza, 1934) ha empeñado los últimos 25 años en promover el desarrollo la industria española de fondos.
Se le nota satisfecho; complacido con la redacción final del reglamento de instituciones de inversión colectiva, que se aprobó por fin el 4 de noviembre después dos años trabajando mano a mano el sector de fondos y la Administración. A sus 71 años, Mariano Rabadán echa mano de su experiencia como docente para exponer y defender sus puntos de vista. Después de 25 años al frente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Planes de pensiones (Inverco), habla todavía con pasión sobre un sector en pleno desarrollo que prácticamente ha visto nacer.
¿Está contento con la redacción final del reglamento?
respuesta. El reglamento ha tenido un largo periodo de gestación, pero hay que reconocer que se ha hecho un magnífico esfuerzo por parte del Ministerio de Economía y Hacienda. Nosotros hemos considerado siempre que era más importante que el reglamento saliera bien a que fuera aprobado antes.
Desde luego supone todo un cambio para el sector...
R. Yo quiero clarificar algo importante: hay más contenido en la parte de protección al inversor y mejora de la normativa en cuanto a transparencia, información y responsabilidad que en las demás materias. Se ha sido muy sensible con la defensa de los inversores.
¿Echa de menos algo en el texto?
R. En un mundo dinámico, donde la innovación es permanente, siempre que terminas una etapa estás empezando la siguiente. Pero en el reglamento se ha recogido la parte sustancial de las reflexiones e inquietudes del sector. Incluso en algunos aspectos se ha ido lo suficientemente lejos como para poder equiparar nuestra legislación a la de los países más avanzados. Tendremos que avanzar más, pero en el futuro.
¿Qué opina del borrador de la circular sobre fondos de inversión libre?
R. Nos parece que va en la línea de la ley y del reglamento. Es abierta y liberal en cuanto a contenidos, pero en equilibrio con las exigencias a las entidades promotoras y gestoras tanto de conocimiento del producto como de recursos humanos y de autocontrol de riesgos. Nos parece lógico que quien quiera desarrollar ciertas áreas de producto tenga los medios, no tanto financieros, como humanos y materiales.
¿Le preocupa que la reforma fiscal que prepara el Gobierno afecte a los planes de pensiones?
R. Sí. Estamos preocupados. Sería faltar a la verdad decir lo contrario. En la medida en que se ha ido conociendo la estructura de la futura reforma fiscal hemos visto que uno de los pocos sectores afectados es el de las pensiones.
¿No está de acuerdo en reducir las deducciones a los que más aportan?
R. En este momento puede haber un sesgo porque los aportantes de más edad y, por tanto, los de mayor nivel de renta son los que hacen aportaciones mayores. Pero es lógico, porque al fijar un estándar general de 8.000 euros por cabeza y luego establecer una cualificación por razón de la edad el patrimonio queda muy ajustado. El que tiene más edad no ha tenido tiempo de acumular históricamente capital para un plan de pensiones. Nos parece justo que haya una mejora a las aportaciones por razón de la edad. Pero si se considera que eso es un régimen que debe tener una finalización en el tiempo, establézcase un plazo de 10 o 15 años para suprimirlo.
¿Qué opina de la propuesta de modificar la ventaja fiscal de las prestaciones en forma de capital?
Nos parece conveniente primar la renta, pero no a costa de las percepciones en forma de capital. Hay supuestos especiales: el capital acumulado medio en los sistemas de este país no llega a los 6.000 euros. Así que, o esperamos un periodo de tiempo largo para que la acumulación llegue a niveles más altos o será difícil establecer un sistema de percepción en forma de renta. Percibir una renta vitalicia con 6.000 euros llevaría a una cifra de 45 euros mensuales.
Comisiones: 'Somos el país más barato de Europa'
Rabadán se vuelca en explicaciones cuando se trata de defender las comisiones que cobran las gestoras españolas. 'Cuando hacemos comparaciones internacionales tenemos que ser coherentes y sumar todas las comisiones: la de suscripción, la de gestión y la de reembolso. Al contrario que en otros países, en España no se cobra nunca comisión de suscripción y la de reembolso sólo de cobra en dos casos excepcionales: en los fondos garantizados, donde se requiere una estabilidad de partícipes, y en algunos de renta variable, para evitar la especulación. Por tanto, todos los gastos pivotan en la comisión de gestión. Si sumamos todas las comisiones, España, con un 1,15% de media ponderada, es el país más barato de Europa'.El nuevo reglamento regula la comisión sobre resultados, permitiendo que las gestoras la cobren siempre que el valor liquidativo final haya superado al valor liquidativo máximo logrado por el fondo. El objetivo es evitar que el partícipe pague dos veces. Pero la norma pone una excepción: la gestora podrá comenzar a cobrar de nuevo si el fondo ha estado tres años en pérdidas.'En los mercados se producen situaciones excepcionales cada cierto tiempo que no son responsabilidad del gestor, como la crisis bursátil del año 2000', explica Rabadán. 'Ningún mercado del mundo ha alcanzado todavía los máximos de marzo de 2000. Es un poco fuerte que si ha habido una incorporación de partícipes en la etapa de bonanza posterior, las comisiones queden congeladas'.