El Príncipe confía en que su primogénita llegue a reinar
La infanta Leonor reabre el debate sobre una reforma constitucional para establecer la igualdad de sexos en la sucesión
A las pocas horas del nacimiento de la infanta Leonor, a la 1 y 46 minutos de la madrugada de ayer en la Clínica Ruber Internacional de Madrid, el Príncipe de Asturias expresaba ante los periodistas su confianza en la tramitación de una reforma constitucional que elimine la primacía del varón sobre la mujer dentro del mismo grado de la línea sucesoria. 'De momento ha nacido una infanta, pero la lógica de los tiempos indica que si se produce la reforma que propone el Gobierno y deberán validar las Cortes Generales plasmando el sentir de todos los españoles, así será', respondió tras ser preguntado sobre la condición de 'futura reina' de la pequeña.
La infanta Leonor, que pesó tres kilos y 540 gramos y midió 47 centímetros, accederá al trono tras su padre si no tiene más hermanos o los que tiene son de sexo femenino. Sin embargo, si tuviese un hermano varón éste tendría primacía sobre su hermana mientras no se lleve a cabo la reforma de la Carta Magna. La primogénita de los príncipes de Asturias es la séptima nieta de los reyes y segunda en la línea de sucesión.
Horas después de conocerse la noticia el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo una declaración institucional en la que afirmó que el nacimiento de la infanta 'posee un profundo significado institucional en cuanto que afianza la línea de sucesión a la Corona'. Zapatero aseguró que el acontecimiento no alterará el calendario de la reforma constitucional para establecer la igualdad de sexos en el acceso a la Corona que prevé el Gobierno. El Ejecutivo considera que el proceso, que requiere la convocatoria de elecciones y un posterior referéndum, podrá abordarse al final de la legislatura. Tanto fuentes del PSOE como del PP, cuyo consenso es necesario para la tramitación, coincidieron en no hay urgencia.
Intenso debate sobre si una reforma de la Constitución tendría o no carácter retroactivo
Pese a la unanimidad sobre la conveniencia de la reforma, el alcance y las consecuencias de ésta suscitan un amplio debate. Así, los expertos en derecho constitucional están divididos sobre la posible retroactividad o irretroactividad de la reforma. Quienes sostienen la primera postura (retroactividad) plantean dos posibles consecuencias. La primera es que la equiparación de sexos en la sucesión afectaría no sólo a la infanta Leonor, sino a la infanta Elena, cuyos derechos prevalecerían frente a los de la pequeña por orden de nacimiento, a no ser que se limite la retroactividad sólo a la nueva heredera o la reforma se produzca tras la ascensión a la Corona del príncipe Felipe. La segunda consecuencia se produciría si naciese un hijo varón antes de reformar la Constitución, que se convertiría en heredero y al que habría que privar de esos derechos con una reforma posterior a su nacimiento. Por el contrario, quienes sostienen la irretroactividad del cambio afirman que éste no podría aplicarse a la infanta Leonor, por haber nacido antes de que se lleve a cabo. Leonor sólo sería reina si no tuviese hermanos o éstos fuesen mujeres.
Entre los constitucionalistas que defienden la retroactividad figura María Luisa Balaguer, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga, quien considera que en caso de que la reforma se produzca después de que haya un heredero varón, 'la norma deberá aplicarse con efectos retroactivos'. La misma postura sostiene Antonio Bar, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia, quien afirma que 'formal y jurídicamente' podría llevarse a cabo o Francisco Bastida, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, quien cree que si nace un varón antes de la reforma éste sólo adquiriría una expectativa a reinar y no un derecho adquirido.
Entre quienes opinan lo contrario destaca Manuel Jiménez de Parga, ex presidente del Tribunal Constitucional, que afirma que si nace un varón antes de la reforma conservará su derecho dinástico o José Acosta, catedrático de Constitucional de la Universidad de Córdoba, que asegura que una reforma constitucional no puede ser retroactiva.
Un nombre de origen medieval
'Porque tiene muchos vínculos históricos y nos gustaba'. Así de sincero se mostró ayer el príncipe Felipe al responder a las preguntas de los periodistas sobre el por qué del nombre elegido para su hija. Vínculos que se remontan a la Edad Media y a la famosa Leonor de Aquitania, reina una vez de Francia y otra de Inglaterra. Casada con Enrique II, fue madre de Ricardo Corazón de León y también de Leonor Plantagenet quien, con 9 años, vino a España en el 1170 para casarse con Alfonso VIII, de 15 años. También se llamaba Leonor la mujer de Alfonso XI de Castilla y en la corona de Aragón, Leonor fue la esposa de Fernando I. La corona de Navarra también tuvo su Leonor en la reina Leonor de Foix hasta 1479.Además, el famoso libro que la princesa Letizia regalo al príncipe fue El doncel de Don Enrique el doliente de Mariano José de Larra, que se centra en Enrique III, hijo de Leonor de Aragón y Juan I de Castilla.Como así corresponde a su rango, la primogénita de los príncipes de Asturias será bautizada en la histórica pila de Santo Domingo de Guzmán. Se trata de una pila que ya desde los tiempos de Felipe V, antes de que la dinastía Borbón llegara a España, fue utilizada en los bautizos de príncipes e infantes. En esa misma pila, custodiada ahora en Santo Domingo del Real, bautizaron al príncipe Felipe y a sus hermanas.
Otros ejemplos
Reino Unido y Mónaco son, junto a España, las dos únicas Casas reales europeas que todavía mantienen la primacía del varón sobre la mujer en la línea sucesoria.
La Casa Real holandesa se ha caracterizado desde finales del siglo XIX por la presencia de mujeres en el Trono.
La Constitución de los Países Bajos se refiere al soberano como 'rey', pero permite el acceso al trono de hombres y mujeres sin distinción.
En Bélgica se produjo una reforma constitucional en 1991 que eliminó cualquier distinción de sexo.
Suecia ha sido el caso más polémico. Durante unos meses el príncipe heredero fue el hermano menor de la princesa Victoria, heredera actual al trono, hasta que se llevó a cabo una reforma con efecto retroactivo que otorgó los derechos al trono a la primogénita. El rey Gustavo se ha arrepentido en público de la decisión que supuso la pérdida de derecho al trono de uno de sus hijos en favor de otro.
En Noruega se modificó la Constitución en 1990 para eliminar la discriminación de la mujer en la línea sucesoria. Sin embargo, y al contrario que en Suecia, se decidió aplicar la reforma en la siguiente generación para no perjudicar los derechos del heredero Haakon en favor de su hermana mayor.