Un buen jefe sienta bien al corazón
Porque las rabietas de un empleado ante las arbitrariedades de su jefe tienen consecuencias que van mucho más allá de la pérdida de un aumento de sueldo o del destino más apetecible. El corazón también sufre, y no sólo en sentido figurativo: el estudio establece por primera vez un vínculo científico, y no puramente anecdótico, entre el trato que se percibe en el lugar de trabajo y las posibilidades de padecer enfermedades coronarias.
La investigación indica que los trabajadores que se sienten a gusto con su jefe tienen un 30% menos riesgo de padecer enfermedades coronarias, la principal causa de muerte en todas las sociedades occidentales. Y esto, independientemente de sus niveles de colesterol, consumo de tabaco o alcohol.
El factor clave parece ser el grado de equidad o de justicia del supervisor a la hora de tratar a los empleados: que el trabajador crea que sus superiores tienen en cuenta sus puntos de vista, le implican en la toma de decisiones y no le engañan puede mejorar su salud, además de su ánimo.
"La justicia, la equidad y el altruismo han sido fuerzas que han conducido al desarrollo benigno de las sociedades", señala Mika Kivimaki, profesor de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, y director del estudio.
"Nuestro informe indica que la justicia en las organizaciones es algo digno de considerar en las investigaciones sobre salud", añade Kivimaki. La investigación toma en cuenta los casos de cerca de 6.500 funcionarios (hombres) británicos de entre 35 y 55 años y coincide con otros realizados anteriormente que ya mostraban que los empleados tienen la presión arterial más baja en los días en los que trabajan con un supervisor al que perciben como justo. De hecho, otro estudio elaborado por el mismo equipo finlandés encontró que el estrés en el trabajo dobla el riesgo de muerte de un ataque al corazón y de otros problemas cardiovasculares.
La investigación resulta especialmente interesante para de Estados Unidos, uno de los países donde más horas se trabaja del mundo. Una encuesta del Instituto para las Familias y el Trabajo descubrió que uno de cada tres estadounidenses se siente "crónicamente afectado" por el trabajo de más y otra del Instituto Estadounidense para el Sueño muestra que el 50% de los ciudadanos están dispuestos a trabajar menos por menos dinero.
El día para recuperar tu tiempo
Precisamente, el lunes pasado se celebró en Estados Unidos el "Take Back Your Time Day" (o "Día para recuperar tu tiempo"), para animar a la gente a que pase más tiempo viviendo y menos trabajando.
Impulsado por una coalición de organizaciones, varias de ellas con sede en el californiano Silicon Valley, donde las jornadas maratonianas son la norma, el movimiento busca que se modifiquen las leyes para mejorar las condiciones de los trabajadores.
La campaña de este año lleva el eslogan "Time To Care" ("Tiempo para preocuparse") y enumera una serie de peticiones que sonarán anticuadas en muchos países europeos, donde hace tiempo que se consiguieron estas mejoras. Y es que el Estados Unidos de hoy está completamente absorbido por el Dios de la productividad.
Entre otras cuestiones, el movimiento pide al menos una semana pagada por enfermedad (en EEUU, la mayoría de las empresas no distinguen entre días por enfermedad y vacaciones); al menos tres semanas de vacaciones pagadas (muchos empleados pasan los primeros años con dos semanas o menos); un límite en las horas extra; baja pagada por maternidad para todos los trabajadores, e incentivos para trabajar a tiempo parcial.
John de Graaf, coordinador del movimiento, recuerda que no se trata de un problema individual sino colectivo, que por lo tanto ha de solucionarse a nivel gubernamental. Pero aquí, señala Graaf, "nos topamos con un elefante".