El miedo al éxito
Desgraciadamente, la prosperidad económica española de la última década, que viene en realidad cimentada y precedida por otras cuatro décadas de crecimiento económico sostenido, no se ha reflejado de momento en los hábitos de ahorro del inversor español medio. Ello viene al caso cuando analizamos los flujos de patrimonio del mercado de fondos de inversión español de los últimos meses y años, que apuntan a un sorprendente y persistente reducido peso de la renta variable, y la noticia en la prensa económica la semana pasada, que situaba al índice de la Bolsa española como el más rentable del mundo en los últimos diez años.
El análisis de los flujos de patrimonio del último año en el mercado doméstico de fondos de inversión revela cómo, en medio de un ciclo bursátil alcista, apenas ha habido entradas netas de dinero en este tipo de fondos. Los fondos de renta variable española incluso acumulan ligeros reembolsos netos acumulados en el presente año 2005. El peso de los fondos de Bolsa sobre el total ha aumentado, concretamente hasta un modesto 10,4%, pero ello se debe lógicamente a la elevada revalorización de los mismos, que ha superado ampliamente a los fondos de renta fija y al conjunto de todo el mercado.
Por otro lado, conocimos la noticia, que no debiera sorprendernos, de que el índice general de la Bolsa española se ha revalorizado más de un 250% en la última década, periodo que incluye la fuerte caída, tras el estallido de la burbuja tecnológica, pero también la espectacular subida de la segunda mitad de los noventa y el presente ciclo alcista, que alcanza ya los dos años y medio. Esta cifra, situaría al índice español como el más rentable del mundo. Pero ello no ha animado al inversor medio nacional, que pareciera, que tras aventurarse en Bolsa a finales de los noventa, al calor de un mercado desbocado, el castigo de tres años posterior, iniciado en marzo de 1999, le ha dejado con pocas ganas de volver a entrar en el mismo. Una actitud que también ha tenido su reflejo en las empresas, que apenas han hecho salidas a cotización.
El gráfico central proporciona una comparación entre los índices Lipper de las categorías de renta variable española, renta fija euro y renta fija euro a corto plazo que refleja la rentabilidad media obtenida por todos los fondos de inversión pertenecientes a dichas categorías. Ilustra de manera clara lo que han dejado de ganar muchos ahorradores españoles si hubieran tenido una cartera de inversión con un peso de la renta variable 'más razonable'. ¿Significa esto que se deban lanzar a comprar exclusivamente acciones y fondos de Bolsa porque en los próximos diez años habrán multiplicado sus ahorros por dos veces y media? En absoluto, ya que de entrada, lo más probable es que esto no vuelva a suceder en la próxima década (ver análisis).
¿Pero qué se entiende por más razonable? Pues algo probablemente hacia niveles del 50%, o incluso el 70%, si consideramos un ahorro a largo plazo dentro de un escenario orientado hacia la jubilación. Por supuesto, no existe una distribución ideal, ya que esto dependerá sobre todo de nuestra edad, perfil de riesgo, volumen de patrimonio y, especialmente, plazo en el que pensamos rescatar los ahorros. En los países más desarrollados en el ámbito financiero, como Estados Unidos y Gran Bretaña, los fondos de Bolsa representan alrededor de un 70% del total y el peso de la renta variable, en los esquemas y cuentas orientadas a la jubilación, es muy elevado.
Una de las razones fundamentales para aumentar nuestro peso en renta variable debiera ser la rentabilidad histórica a largo plazo. El índice de Bolsa mundial de referencia, el Dow Jones Industrials, se remonta al año 1896 y su rentabilidad anual compuesta desde entonces hasta la actualidad supera el 7%. Otra razón es la diversificación, o lo que es lo mismo, el dicho popular de no poner todos los huevos en la misma cesta, ya que estadística y prácticamente conduce a retornos más estables y sólidos.
Análisis. El tópico del largo plazo
La supuesta superior rentabilidad de la bolsa con respecto a la renta fija en el largo plazo debe ser matizada.
El análisis histórico del comportamiento del índice de referencia Dow Jones Industrials, que los demás índices mundiales terminan asemejándose, revela subperiodos de 10 años o de incluso más años donde los retornos terminan siendo nulos.En ocasiones dependerá de cuando se compre y se venda para obtener ganancias, por lo que sólo en el muy largo plazo, la afirmación es cierta.