El mercado apuesta por que el yuan suba el 5% en un año
Ha sido el primer movimiento en una década y el mercado quiere más. Tras la entrada más simbólica que real de la moneda china en un sistema de flotación, crecen las expectativas de revaluación del yuan. Los futuros de la divisa a 12 meses descuentan una apreciación del 5%.
Después de años presionando a China para flexibilice el tipo de cambio del yuan, porque la moneda estaba artificialmente infravalorada respecto al dólar, el primer movimiento en su primer día de flotación ha sido el de una ligera caída. El banco central chino informó ayer de que la moneda cerró a 8,1111 unidades por dólar, una mínima depreciación del 0,01%, respecto al tipo de cambio fijado el jueves, que fue de 8,11 yuanes. En el mercado de futuros, el dólar cotiza a 7,726 yuanes, un 4,98% más que el cierre de ayer.
El paso adelante de China puede haber pillado a contrapié al estamento político que más presionaba a Pekín desde hace meses, pero no a los mercados. Así, el responsable de divisas de Goldman Sachs, Jim O'Neill, no se ha cansado de repetir que la revaluación podía ocurrir 'en cualquier momento'.
El impacto en los mercados ha sido, de hecho, escaso. El euro llegó a tocar a los 1,22 dólares el jueves, frente a los 1,214 del miércoles, pero el viernes volvió a caer por debajo de 1,21 dólares por unidad. En cuanto al yen, la moneda japonesa subió el jueves un 2,3% frente al dólar, pero el viernes cayo un 0,8%.
El mercado tiene dificultades para calibrar la dimensión del nuevo régimen cambiario. Se desconoce la cesta contra la que cotiza la moneda y, además, las explicaciones sobre la banda de fluctuación del 0,3% son tan ambiguas que están abiertas a la interpretación.
'Entendemos que la banda se puede mover, lo que da margen a una gradual apreciación del yuan', explica JPMorgan. 'Es probable que las fluctuaciones en la banda sean mayores. Estamos esperando una apreciación total del 7% del yuan contra el dólar para el final de año y de un 15% para diciembre de 2006', aventura el banco.
Pese a las incertidumbres, los expertos consideran que China cumplirá el guión previsto. 'En esta fase asumimos que el Banco del Pueblo de China permitirá que el yuan se revalúe gradualmente contra el dólar. Previamente habíamos pronosticado una revaluación del 5% para la segunda mitad del año. Seguimos esperando un cambio de una magnitud similar, sólo que ahora ocurrirá en pequeños incrementos', vaticina Richard Batley, de Schroders.
Conjeturas sobre la cesta de divisas
El mayor misterio de la revaluación del yuan está en la cesta de divisas, que las autoridades se han negado a divulgar. Una estrategia que mitiga la teórica flexibilidad de la moneda y que deja en la práctica todo el control al Gobierno chino. 'La hipótesis es que la cesta está compuesta de cinco o seis monedas, incluyendo el dólar, el yen, el euro, la libra y el dólar australiano', aventura el banco estadounidense JPMorgan.'Un análisis de la balanza comercial de China sugiere una cesta potencial en la que el dólar, el euro y el yen pesan cada uno un 20% y el resto estaría compuesto por divisas asiáticas', apunta la gestora Schroders.'El cambio pone de manifiesto la mayor importancia comercial que están cobrando Japón y la zona euro para China', afirma Juan Laborda, de Barclays Bank.
Cambios en las complicadas relaciones con EE UU
El peso de las monedas asiáticas en la cesta que la Reserva Federal maneja para seguir las monedas asiáticas es de aproximadamente el 40%. Para que EE UU consiguiera reconducir su déficit comercial hacia una magnitud más manejable del entorno del 3-4% del PIB, los expertos de Goldman Sachs calculan que sería necesaria una depreciación del orden del 20% al 25% en las monedas asiáticas, algo imposible de conseguir mientras China no hiciera ningún movimiento en su moneda.El hecho es que muchos países asiáticos han mantenido artificialmente bajo su tipo de cambio para evitar una pérdida de competitividad frente a China. El movimiento hecho por Pekín alivia las presiones políticas y abre la puerta a nuevas revaluaciones en cadena por parte de los Gobiernos de la región.'Esto alivia las tensiones políticas con EE UU', señala Stephen Roach, economista jefe de Morgan Stanley. 'No cumple con todas las exigencias, pero constituye un pequeño paso en la dirección correcta', añade Roach.'Aunque el movimiento ha sido pequeño, creemos que es positivo para la economía global y para los mercados de renta variable. Debería conducir a un fortalecimiento de otras monedas contra el dólar, particularmente en Asia', señala Goldman Sachs. 'Habrá mucha incertidumbre, pero esperamos que las divisas asiáticas se fortalezcan de manera notable respecto al dólar', corrobora Paul Mackel, de ABN Amro.Mientras que el impacto en la competitividad comercial de China es escaso, según el consenso de todos los expertos, el mercado prevé que un dólar más débil revitalice a EE UU vía exportaciones y, por extensión, al resto de la economía global. Los nubarrones de un enfrentamiento político entre EE UU y China se desvanecen.