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'Telecos'

Telefónica estudia endeudarse en coronas checas para pagar la opa de Cesky

Cesky todavía no está en sus manos, pero Telefónica ya ha decidido cómo financiará su adquisición. La compra de la parte estatal se hará con deuda, que se compensará con la caja generada en la compañía española y por los 600 millones al año de la checa. Y para la opa sobre los minoritarios, fuentes financieras aseguran que Telefónica estudia acudir al mercado local para lograr la financiación.

La oferta para hacerse con el ex monopolio de telecomunicaciones checo es fruto de una estrategia pensada y calibrada para complementar la actual política de Telefónica en Latinoamérica con otra menos arriesgada y voluble. La compra de Cesky rebajará del 29% al 27% la exposición del Ebitda de la operadora a los países del otro lado del Atlántico y otro tanto sucederá si Telefónica llega hasta el final en la venta de la operadora estatal turca.

En esta apuesta, sin embargo, los financieros de Telefónica aseguran haber medido todas las cifras, de forma que las adquisiciones sean positivas para el resultado desde el inicio y existan sinergias. Así creen que sucederá con Cesky, a pesar de que el precio ofrecido sea un 25% superior al de cotización.

Con todo, Telefónica sólo se convenció de la bondad de Cesky tras un intenso estudio, en el que se fue involucrando poco a poco. Incluso al final y cuando ya estaba segura de que la operación sería positiva, ajustó al máximo el precio, sin ninguna seguridad de que Swisscom no ofreciera más.

Entre los números que llamaron la atención a Telefónica está la generación de caja de Cesky, por su negocio estable y escasas inversiones. A pesar de que la operadora checa tiene 800 millones de euros de deuda, los recursos que genera ascienden a unos 600 millones al año. Y éste es uno de los puntos que ha convencido a Telefónica de que la operación es segura. A la caja de Cesky se une la que genera la compañía española, cifrada en 27.000 millones entre 2003 y 2006, de forma que la adquisición puede financiarse con aumentos de deuda puntuales que pronto serán compensados con los recursos procedentes de las compañías.

Así, Telefónica no recurrirá a financiación exterior para el primer pago de Cesky, el que deberá hacer en junio por el 51,1% que está en manos del Gobierno y que cuesta 2.750 millones. La situación puede cambiar en el segundo pago, el que servirá para financiar la opa a los minoritarios. Fuentes financieras aseguran que Telefónica está estudiando acudir al mercado local de coronas checas para lograr los fondos, por el atractivo que tiene en estos momentos este instrumento y por la muestra de confianza que implica para el país.

Dudas del mercado

En el mercado, sin embargo, la llegada de Cesky al perímetro de consolidación no ha sido bien recibida, sobre todo porque se teme lo que vendrá después. Las acciones cayeron un 0,96%.

La opinión más negativa procedió de Standard & Poor's (S&P), que ha puesto el perfil de riesgo de la operadora en vigilancia negativa con muchas probabilidades de rebaja de un grado. La decisión no sólo refleja la posible compra de Cesky, sino 'también la creciente estrategia de compras de Telefónica y su menos conservadora política financiera'. S&P cuestiona el precio ofrecido por la compañía checa 'por su limitada capacidad de crecimiento' y las casi nulas sinergias, a la vez que alerta sobre otra posible compra en Turquía.

En este punto se le une Moody's, que ha afirmado los rating de Telefónica, pero sólo si pone punto final a su estrategia de compras.

En el campo de los bancos de inversión las opiniones son más variadas. JP Morgan cree que la compra de Cesky puede ser positiva para las cuentas, pero que no aporta sinergias. A la vez, define como 'no bienvenida' la nueva política de crecimiento. Ibersecurities, sin embargo, asegura que hay que aprovechar las oportunidades cuando se presentan, mientras que Renta 4 considera que la compra es una mala noticia.

El cierre completo está previsto para septiembre

El calendario de la operación de compra de Cesky anticipa unos próximos meses ajetreados, pero un cierre bastante temprano. Si todo sale según lo previsto y no hay problemas políticos, se espera que el Gobierno dé su visto bueno a la operación a principios de este mes. El Ministro de Finanzas se unió ayer a la recomendación de la agencia de privatizaciones, así que sólo un cambio en el Gobierno o las exigencias de una alianza con el Partido Comunista podrían impedir la venta.A partir de ahí, las autoridades antimonopolio de la República Checa y de Bruselas tendrán dos meses para calificar la compra. A finales de junio, por tanto, Telefónica podría hacerse con el 51,1% de Cesky y a partir de ahí tiene 60 días para lanzar la opa a los minoritarios. Está previsto que todo termine en el mes de septiembre.

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