El peligroso camino de GM hacia el bono basura
Los problemas de General Motors no acaban con los crecientes costes sanitarios y de pensiones de sus empleados o con su menguante cuota en los principales mercados. Sobre el mayor fabricante de coches del mundo pende la amenaza de caer por debajo del umbral de grado de inversión. O lo que es lo mismo, pasar a ser considerado bono basura, según Bloomberg.
La amenaza no es pequeña. Una caída de la calificación dificultará la capacidad de endeudamiento de General Motors, obligará a la empresa a pagar más para devolver la que ya tiene emitida e, incluso, hará más complicado encontrar nuevos accionistas o mantener los actuales.
Toda empresa cotizada cuenta con una calificación, que otorgan agencias independientes, sobre todo Standard & Poor's, Moody's y Fitch. Esta calificación, conocida por el vocablo inglés rating, valora la solvencia de la empresa, y la capacidad de hacer frente a sus deudas y compromisos al corto y al largo plazo.
Los intereses de la deuda crecieron el 26% en 2004, más del doble de lo que lo hizo la deuda total
Las agencias han establecido un umbral por debajo del cual se desaconseja la inversión en dicha compañía. Es lo que se llama bono basura. Una compañía que tenga esta consideración se ve obligada a pagar más intereses a los bonistas para compensar este riesgo añadido. Por esto, a los bonos basura también se les conoce como de alto riesgo.
Es lo que está pasando actualmente con GM. S&P concede al gigante de Detroit una calificación de BBB-, es decir, apenas un paso por encima de volverse un bono basura. La misma consideración tiene GM para Moody's (Baa2) o Fitch (BBB). Los inversores, sin embargo, no están esperando a que las agencias rebajen aún más el rating.
La deuda de GM ya cotiza a cotas similares a las de compañías basura, o de alto riesgo. GM lanzó su última emisión de deuda en noviembre, valorada en 1.750 millones de dólares con el vencimiento en 2014. El tipo de interés pagado fue del 6,75%. Esta rentabilidad fue entonces de 270 puntos básicos por encima de los bonos del Tesoro. A principios de esta semana, este diferencial se había ensanchado hasta los 304 puntos básicos. El diferencial medio para un bono basura suele estar en torno a los 282 puntos básicos, según Merrill Lynch.
Esto hace que GM tenga que pagar cada vez más en intereses para devolver la deuda que ya ha emitido. En 2004, estos pagos se incrementaron el 26%, hasta 11.900 millones de dólares, según los datos que maneja Bloomberg. En el mismo período, la deuda total del grupo creció el 11%, hasta 301.200 millones. Es decir, los pagos para devolver la deuda crecieron más del doble de lo que lo hizo la deuda total de la compañía, lo cual significa que a GM cada vez le cuesta más caro endeudarse. Y eso, sin contar con el peligro de que la Fed suba los tipos.
Además, existe una tercer peligro que conlleva la caída en el grado de bono basura. Para evitar riesgos, numerosos fondos y grandes inversores no invierten en compañías que no estén por encima del grado de inversión, lo cual puede reducir sustancialmente la base de accionistas de una empresa.
Esta circunstancia que, de por sí, supondría un problema para cualquier empresa, en GM puede ser dramático. La compañía necesita acometer cuantiosas inversiones para poner en el mercado nuevos modelos que hagan revitalizar las ventas. Para este año, está previsto inyectar 8.000 millones de dólares. Dinero que le viene bien a GM, después de que su cuota en EE UU haya caído desde el 50,2% de 1954 o el 31,7% de 1995, hasta el 27,3% de 2004.
La calificación ha seguido caminos paralelos. En 1985, S&P le otorgaba un AA+. En 1998, cuando Wagoner ascendió a la presidencia, la calificación se recuperó hasta la A, si bien se fue desinflando junto a sus ventas hasta el BBB+ de octubre de 2001, BBB un año después y BBB- en octubre.
Además, en los últimos dos años la compañía ha tenido que compensar los problemas de sus filiales -incluidos los 379 millones perdidos en Europa en 2004- con su división financiera, GMAC. GM ganó 2.827 millones de euros en 2004, el 3,4% menos. La división automovilística registró una caída del 19,9% en las ganancias hasta 611 millones. La situación es aún peor si se compara con Toyota, a la que S&P concede un rating de AAA.
El fabricante nipón emitió la semana pasada 1.000 millones de dólares en deuda a cinco años, con un cupón del 4,25%, sólo 37 puntos básicos más que los bonos del Tesoro de EE UU. GM ofreció el mes pasado 5.349 dólares en descuentos por vehículo, el 49% más que su rival nipón.
Además, la compañía que preside Rick Wagoner gasta unos 2.500 dólares más que Toyota por cada coche que fabrica. la mitad de esta diferencia proviene de ineficiencias productivas. La otra, de los 5.600 millones de dólares que GM soportará en 2005 en costes sanitarios para sus empleados.
La cotización cae el 81,4% en un lustro
General Motors ha ido perdiendo poco a poco la confianza de sus inversores en la Bolsa de Nueva York. Cada acción de la compañía radicada en Michigan valía 72,68 dólares a finales de 1999. Cinco años después, el precio de cada título se ha quedado en 40,06 dólares la pieza.En todos estos años, General Motors sólo logró mejorar su capitalización en 2003, año en el que la cotización subió el 44,9%. El año pasado, las acciones perdieron un cuarto de su valor. En lo que va de año, la tendencia no ha mejorado. La compañía vale 19.204 millones de dólares (14.549 millones de euros), en Bolsa, el 15,2% menos que en enero.