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Estrategia

El Santander anuncia un cambio de gestión y retos más ambiciosos para 2005

Prevé crecer el 20% en beneficio operativo El Santander aprovechará las sinergias del grupo para potenciar la gestión de áreas como banca mayorista, gestión de activos o medios de pago. Anuncia el salto de grupo multilocal, como definía hasta ahora, a global y amplía sus objetivos.

El Santander celebró ayer su tradicional convención de directivos. Pero, a diferencia de las anteriores, ésta ha sido la más internacional de todas, según recordó el presidente del grupo, Emilio Botín.

A esta convención, celebrada por primera vez en la Ciudad Financiera que posee el Santander en Boadilla del Monte (Madrid), han acudido 1.000 directivos de 23 países, la mitad de ellos de fuera de España, y en la que estaban presentes por primera vez ejecutivos de Reino Unido, Polonia y Noruega.

Los mensajes lanzados, sobre todo por el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, también han estado marcados por el cada vez mayor peso internacional del Santander. De hecho, en ningún momento del acto se mencionó la cada vez mayor competencia existente en este país, como era tradicional en estas convenciones.

Los mensajes que querían hacer llegar Botín y Sáenz, únicos que intervinieron en esta convención que duro sólo dos horas, eran otros. Uno de ellos era explicarles los nuevos objetivos fijados por el banco, más ambiciosos que los establecidos hasta ahora en el plan interno conocido como i-06, lanzado el pasado año. El otro mensaje era comunicarles el cambio cultural del Santander tras la adquisición de Abbey.

Así, tras marcarse el pasado año unos objetivos internos a tres años con crecimientos por áreas y beneficio operativo del grupo (equivalente al margen de explotación, más los resultados por puesta en equivalencia y la amortización de fondos de comercio, menos amortización de inmovilizados) del 15%, sus responsables han ampliado estas estimaciones. Las han fijado para este año en el 20%, aunque excluyendo los resultados de Abbey.

Para ello, el banco, a parte de seguir las recetas establecidas hasta ahora, deberá superar una serie de 'debilidades', según explicó Sáenz: los elevados costes en algunas áreas, que no detalló, una mejor gestión de los márgenes, y buscar vías para crear un modelo más eficiente en la gestión del capital.

En referencia a una mejor gestión de márgenes, Sáenz aprovechó para dirigirse a Enrique García Candelas, responsable de banca comercial en España, al declarar que 'ha hecho una buena gestión comercial, pero sacrificando márgenes'. Esta declaración fue interpretada por alguno de los asistentes como un tirón de orejas a este director general.

Respecto al capital, el banco ha establecido un nuevo criterio operativo para cada área: que cada una gestione su capital sin salirse de unos baremos fijados.

Sáenz, de hecho, insistió mucho en este punto, al asegurar que en los próximos años 'se va a analizar el gasto de capital', y cada operación que se plantee ya no se estudiará en función del beneficio que se obtenga, sino en el coste de capital que genere.

Sáenz también presentó ayer un cambio cultural y de modelo, al pasar de lo que hasta ahora habían defendido, ser un banco multilocal a ser 'un banco global'. Sáenz reiteró en que había que aprovechar las sinergias de grupo internacional en varias áreas, como banca mayorista, gestión de activos o en medios de pago, entre otros. Y recalcó que 'hay que mejorar la gestión y pegar un acelerón para salirse del pelotón (en referencia a los 20 primeros bancos internacionales)'.

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