Vinos de mucho pago
A quienes presumen de expertos en vino, cada vez se lo ponen más difícil. Ya no basta con saber de Denominaciones de Origen y bodegas. Ahora hay que entender de pagos (terrenos donde se ubican las viñedos). Aunque estos terruños no sólo atraen a los amantes del vino, también a los pequeños inversores. Hacerse con una parcela donde se produzcan uvas excelentes garantiza una buena rentabilidad.
Y es que en España todavía queda un largo trecho para igualar la valoración que de los pagos se hace en las principales Denominaciones de Origen europeas, donde el suelo constituye un elemento que diferencia nítidamente a los vinos elaborados con uvas especiales del resto de la producción. En Francia, los caldos de este selecto club son los mejor valorados en su propio mercado y en el internacional.
Para hacerse con un pago excelente se precisan unos 40.000 euros por hectáreas. Además, hay que asegurarse que la producción esté amparada por la Denominación de Origen, que es lo que garantiza una futura comercialización a unos precios que rentabilicen la inversión. Para ello, es necesario el abono de unos derechos (conocidos como papel) que pueden disparar el precio a 70.000 euros la hectárea.
Pero no sólo existe el problema del dinero. Quizá la mayor dificultad estriba en localizar uno de estos pagos en venta, pues son pocos y están muy cotizados.
Pero si finalmente se obtiene uno, la rentabilidad puede rondar un 10-12% anual sólo por la revalorización del terreno, a lo que hay que sumar la venta del vino elaborado, algo que dependerá de la calidad del producto, su comercialización y por supuesto la competencia.
Porque además, existe la competencia de los compradores de suelo para otros fines, especialmente los urbanizadores residenciales, aunque también los industriales. Un portavoz de la Unión de Agricultores de La Rioja subraya que 'los inversores foráneos con intereses ajenos a la agricultura están sustituyendo a los campesinos. De hecho, el último año se han jubilado más de 300 agricultores y apenas se han dado de alta 40'. Esta crisis no afecta en absoluto a los buenos pagos de viñedo, donde los viticultores cada vez perciben precios más altos.
El concepto de pago se corresponde con un enclave especial, donde los extraordinarios suelos están acompañados de condiciones climáticas que favorecen el rendimiento del cultivo. Un vino de pago es el que se elabora con las uvas producidas por esos viñedos. Por ello pueden ser catalogados como auténticos vinos de pagos los que, aunque procedentes de distintas parcelas de una determinada finca, comparten la unidad de microclima, suelo y gestión del producto.
La hectárea alcanza los 70.000 euros y la revalorización del terreno, el 12%
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La creciente valoración de los vinos de pago y el elevado precio que alcanzan estos terrenos está provocando la unión entre pequeños inversores para hacerse con pequeñas parcelas y sus correspondientes derechos .También bodegueros con viñedos propios han creado la Asociación de Grandes Pagos de España, que tiene por objetivo garantizar una oferta que reconoce el terroir como elemento fundamental.La escasa popularidad de los vinos de pago en España se debe a que el grueso de las bodegas de Rioja y Jerez han optado por la compra de uva a pequeños viticultores con los que se establece una relación de 'proveedores de confianza'. Eso ha permitido la subsistencia de pequeñas explotaciones, de mucha calidad.