Rolex invierte en escuelas por la alarmante falta de relojeros
Jordan Ficklin arreglaba relojes en Tucson, Arizona, para poder pagar sus facturas mientras estudiaba informática en la Universidad de Arizona. Ahora estudia en una escuela universitaria de Pensilvania afinando su destreza con los pequeños engranajes metálicos y otras piezas de relojes de lujo. Rolex, ante una falta de relojeros expertos que podría afectar las ventas, lo está educando gratis. 'Necesitaba resultados físicos en lugar de virtuales que mostrasen mis esfuerzos', afirma Ficklin. 'Se malinterpreta la relojería: la gente piensa que es un arte casi extinto'.
Rolex, Swatch, Breitling, Audemars Piguet y otras empresas suizas están invirtiendo millones de dólares en escuelas para asegurarse de que los relojes que venden en EE UU puedan arreglarse. EE UU necesita actualmente unos 4.000 relojeros, además de los 7.000 con los que cuenta en la actualidad, asegura Jim Lubic, director ejecutivo del instituto estadounidense de relojes American Watchmakers-Clockmakers Institute. Unos 4.000 relojeros podrían retirarse entre los próximos 10 a 20 años.
En comparación, unos 140 estudiantes cursan actualmente programas de relojería en EE UU. La edad media de los expertos en reparación de relojes de pulsera de cuerda se ha elevado a 61 años, desde la introducción de los relojes a pilas en Japón a principios de los setenta, según el instituto de relojeros. 'Falta casi una generación', asegura Charles Berthiaume, vicepresidente primero de operaciones técnicas de Rolex USA. 'Tenemos una cifra sin precedentes de minoristas que buscan relojeros'. Aun así, la posible caída de las ventas aún está por llegar: las exportaciones de relojes suizos a EE UU aumentaron un 13%, hasta 1.500 millones de dólares el año pasado, según la Federación del Mercado de Relojes Suizos. La cifra de escuelas de relojería en EE UU ha caído a 12 desde unas 40 en 1978, y sólo cuatro conceden certificados que permiten a los licenciados trabajar con relojes suizos de lujo, señala Berthiaume.
La cifra de escuelas de relojería en EE UU ha caído a 12 desde unas 40 en 1978 y sólo cuatro conceden certificados que permiten trabajar con relojes suizos de lujo
Swatch, el mayor fabricante de relojes del mundo, tiene previsto abrir una escuela en Secaucus, Nueva Jersey, a finales de este año, que certificará a seis estudiantes a la vez para trabajar en sus marcas más prestigiosas, como Blancpain, dice el portavoz Joseph Panetta. La empresa también vende Omega, Longines y Tissot.
Breitling, cuyos relojes valen entre 1.500 y 100.000 dólares o más para modelos de joyería, se ha unido a Audemars, Richemont y Swatch para donar 500.000 dólares a un programa de la Oklahoma State University en Okmulgee, Oklahoma, en 2002. Rolex, que inventó el reloj automático en 1931, donó un millón de dólares a una escuela en St. Paul, Minnesota, y otro millón a otra escuela de Seattle.
El programa de Rolex de dos años en la ciudad de Lititz, en Pensilvania, comenzó hace tres años. El curso, en el que participa Ficklin, enseña a 24 estudiantes a fabricar partes de relojes a mano y a diagnosticar fallos en la tecnología de los mecanismos de cuerda. Un reloj de cuerda típico contiene 250 partes en un espacio del tamaño de un sello postal. Para atraer a candidatos, Rolex financia las tasas de estudios valoradas en unos 40.000 dólares.
'La escasez le dice a la gente que no compren un reloj suizo', dice Joe Juaire, que dirige el programa de fabricación de relojes, de dos años, en Saint Paul College, Minnesota. Sus licenciados comienzan cobrando un sueldo de unos 38.000 dólares al año, dice Juaire. Juaire cree que los sueldos aumentarán al menos un 30% para 2007.