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CincoSentidos

El lujo compartido

Una villa en la Toscana, una casa victoriana en el corazón de Londres, una masía en Cataluña o Levante o un palacete en Biarritz. O mejor, todo a la vez. En eso consiste la nueva fórmula que RCI, la compañía mundial de intercambio de propiedades vacacionales, quiere trasladar a España.

La propiedad vacacional empezó con mal pie en este país. Algunos de los que se apuntaron a la multipropiedad atraídos por su agresiva publicidad no tuvieron una buena experiencia. 'La mala imagen fue consecuencia de que se implantó sin una regulación previa', aclara Ángeles García-Tenorio, directora de marketing de RCI. No obstante, desde 1999 hay una ley muy protectora con el cliente. En España hay 500 complejos en esta modalidad y 50.000 familias sólo en RCI.

Pero ahora el objetivo son clientes de más dinero que demandan ubicaciones exclusivas y nada masificadas. Es la modalidad de fraccionales y de los clubes residenciales privados (PRC). Según los cálculos, para entrar en el tiempo compartido fraccional, se debe contar con unos ingresos anuales de al menos 126.000 euros (unos 200.000 hogares en España) y para el PRC de 400.000 euros (58.000 hogares).

Esta forma de vacaciones de alto nivel empezó en Estados Unidos. Se compartían propiedades en zonas de esquí, en espectaculares resorts o chalets de alta montaña en las Rocosas o Canadá. Y se ha extendido a destinos de golf, playa o enclaves urbanos.

El mecanismo es simple. El interesado compra el derecho de uso, que no la propiedad, sobre unas instalaciones de alto nivel. A diferencia del tiempo compartido normal, mucho más masificado, el derecho de disfrute es como mínimo de un mes, o incluso se llega a tres meses. El derecho se adquiere para 30 años y se paga de una vez, unos 130.000 euros. Luego, ese tiempo se puede pasar en el inmueble adquirido o en los otros que están en la red de RCI.

Actualmente, todas los inmuebles están en EE UU, Canadá o México. Pero RCI ha empezado a contactar con promotores y cadenas hoteleras de cinco estrellas para instalar la fórmula en Europa. Ya tienen cerrado contratos en la Toscana, y a punto en Londres o Biarritz. También están localizando en España. Y como no están buscando clientes europeos para compartir el lujo y como apunta García-Tenorio, 'poder conocer a personas del mismo nivel adquisitivo de otras partes del mundo'. Y además, disfrutar de servicios exclusivos que ofrece RCI relacionados con el viajes, la estancia o la obtención de entradas, por ejemplo.

acuerdo sol meliá

Aunque el sector hotelero ya tiene instalaciones adecuadas para el tiempo compartido, se da más fuera de España que dentro. Un caso claro es Sol Meliá, que tiene establecimientos con este formato en México y el Caribe, pero no en España. Aunque será por pocos meses, ya que está cerrando un acuerdo con RCI.Para verano, la cadena de los Escarrer presentará dos o tres hoteles (aún por determinar) ubicados en España y que engrosarán la oferta hotelera para los clientes del tiempo compartido. Ahora están cerrando la selección de los establecimientos que se sumarán en España.La entrada de las cadenas hoteleras en el tiempo compartido no es nueva. Las estadounidenses llevan años y en Europa hay varias. Con RCI está la griega Grecohotel o la portuguesa Pestana, por ejemplo.

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