El BCE culpa al petróleo y al euro del 'crecimiento decepcionante'
El Banco Central Europeo (BCE) cree decepcionante el crecimiento de Europa. El economista jefe del banco, Otmar Issing, dijo ayer que 'la actividad había tocado fondo en el segundo semestre de 2004 por la apreciación del euro y el precio del crudo'.
El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Otmar Issing, dijo ayer que las cifras de crecimiento económico de la zona euro en el cuarto trimestre del pasado año han sido 'absolutamente decepcionantes'.
En la presentación de una publicación sobre el euro del antiguo presidente del Bundesbank Hans Tietmeyer, Issing añadió que la debilidad del crecimiento económico del área euro se debió, en la segunda mitad de 2004, a la fuerte apreciación del euro y los elevados precios del petróleo.
El producto interior bruto (PIB) de la zona euro creció en el cuarto trimestre de 2004 un 0,2%, en relación con los tres meses precedentes, cuando la reactivación de la economía fue del 0,3%, según la Oficina de Estadística Comunitaria (Eurostat).
En comparación con el cuarto trimestre del 2003, el PIB de zona euro registró un aumento del 1,6% y el PIB para el conjunto de 2004, según los datos disponibles, creció un 2% en la zona euro.
Issing añadió que la debilidad del crecimiento del PIB en el cuarto trimestre lastrará las cifras del conjunto del año 2005. El BCE había destacado hasta ahora la existencia de señales de reactivación económica, pero tras la publicación de estas cifras los expertos consideran que la entidad podría verse obligada a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para el conjunto del año.
El economista jefe del BCE destacó el decrecimiento del 0,2% de la economía alemana en el cuarto trimestre del pasado año, tras el estancamiento en el tercer trimestre.
Además, la economía de Italia, la tercera del área euro, también se contrajo en el cuarto trimestre un 0,3%, así como la economía de Holanda y la de Grecia.
No obstante, Issing apostilló que la economía de la zona euro ya ha tocado fondo en el cuarto trimestre del año 2004, por lo que las perspectivas de crecimiento para el conjunto de 2005 son buenas.
El gobernador del Banco de Francia y miembro del Consejo del BCE, Cristian Noyer indicó que, con una inflación que se prevé pase justo por debajo del listón del 2% en los próximos meses, no hay pruebas de presiones de precios en la zona euro que justifiquen un cambio inminente de la política monetaria. Pero señaló que la economía europea está creciendo a un ritmo cercano al 2%-2,5%, lo que puede exigir una postura 'más neutral' del BCE, aunque el momento del cambio dependerá mucho del grado en que las presiones de precios acompañan a la expansión.
'La persistencia de precios relativamente altos del petróleo y también de otras materias primas exige una vigilancia extrema', advirtió.
Noyer insiste en los riesgos del crudo
El gobernador del Banco de Francia y miembro del consejo ejecutivo del BCE, Christian Noyer, sugirió ayer que la combinación del 'relanzamiento económico' y la persistencia de altos precios petroleros puede preparar el terreno para un alza de los tipos de interés. La preocupación por el precio del crudo sigue así en la agenda del BCE, aunque existen abiertas contradicciones entre sus miembros por lo que toca a las prioridades. Noyer realizó estas declaraciones en una entrevista publicada ayer por el International Herald Tribune, antes de conocerse los 'decepcionantes' según Issing datos del crecimiento último trimestre.Según el gobernador del Banco de Francia, 'las políticas monetarias acomodaticias en el mundo tendrán que ser ajustadas, aunque sea a ritmo moderado, con el fin de evitar el riesgo de presiones inflacionistas'. El ejecutivo del BCE señaló que los tipos de interés en la zona euro están situados un nivel que estimula el crecimiento. Desde junio de 2003, el órgano emisor mantiene los tipos en un 2%, tasa históricamente baja.Noyer indicó que, con una inflación que se prevé pase justo por debajo del listón del 2% en los próximos meses, no hay pruebas de presiones de precios en la zona euro que justifiquen un cambio inminente de la política monetaria. Pero señaló que la economía europea está creciendo a un ritmo cercano al 2%-2,5%, lo que puede exigir una postura 'más neutral' del BCE, aunque el momento del cambio dependerá mucho del grado en que las presiones de precios acompañan a la expansión.