Frentes por doquier en la batalla contra el tabaco
Esta semana los fumadores deben sentirse un poco más cercados por las restricciones antitabaco. En Reino Unido, la cadena de pubs JD Wetherspoon ha anunciado que a partir de mayo de 2006 estará totalmente prohibido fumar en los 650 establecimientos que tiene repartidos por todo el país. La medida, que empezará a aplicarse en el 10% de sus locales este año, se adelanta a los planes normativos del Gobierno de Blair que pretende impedir fumar en el 90% de los bares y restaurantes británicos a finales de 2008.
Las acciones de la firma cayeron un 3% tras el anuncio el lunes. Y algunos analistas han llegado a calificar la medida como 'suicidio comercial'. Pero el presidente de la cadena, Tim Martin, dice que el hecho de adelantarse a la normativa les beneficiará a largo plazo. Martin añade que, según investigaciones realizadas en California, donde la prohibición de fumar es efectiva desde hace años, 'las ventas podrían caer entre un 6% y un 7% en el primer y segundo año, pero después se recuperarían con fuerza'.
La española Renfe reveló también esta semana que no se podrá fumar en los trenes que realicen trayectos de menos de cinco horas, ni siquiera en el vagón de cafetería ni plataformas. La medida entrará en vigor el próximo 1 de febrero y afecta a todas sus rutas de cercanías, regionales y AVE. En los trayectos más largos, los pasajeros sólo podrán encender el pitillo en las zonas designadas. La compañía ha puesto en marcha incluso un plan de formación de su personal de a bordo para que puedan lidiar adecuadamente con los posibles ataques de ansiedad e irritabilidad por parte de los pasajeros reprimidos en su deseo de fumar.
Pero en la guerra antitabaco quien marca la verdadera tendencia es como siempre Estados Unidos. La aseguradora médica Weyco ha llegado, en opinión de algunos, demasiado lejos y ha despedido este mes a cuatro de sus empleados por negarse a someterse a una prueba para comprobar si fumaban, algo que la empresa no tolera, aunque se realice fuera del lugar de trabajo, en tiempo de ocio o en casa. Howard Weyers, fundador de Weyco, dice que los empleados saben que la norma es de obligado cumplimiento cuando firman el contrato y que con ella se pretende proteger a la compañía de los elevados costes sanitarios que conlleva el consumo de tabaco.
Y en la ciudad de San Francisco (California), pionera en los ochenta en la lucha antitabaco, el ayuntamiento ha aprobado una ley que prohíbe fumar en los parques, plazas y otros espacios públicos al aire libre bajo amenaza de multa de hasta 400 euros.
En estas fechas se cumple un año de la prohibición de fumar en lugares públicos en Irlanda y los informes sobre su impacto en el negocio hostelero y de turismo son todavía poco claros. Según estadísticas oficiales, las ventas en bares cayeron un 2,8% en noviembre, comparadas con el mismo periodo un año antes. Los activistas antitabaco atribuyen este descenso a la creciente disponibilidad de bebidas alcohólicas más baratas en supermercados, pero los dueños de los pubs dicen que la prohibición está amenazando la supervivencia de muchos establecimientos. Tadg O'Sullivan, consejero de la asociación Vintners Federation of Ireland, dice que se han perdido al menos 2.000 empleos y que cientos de pubs se han visto obligados a cerrar.
Las cosas están cada vez más difíciles para los fumadores. Hasta en un país como Italia, donde hay un altísimo porcentaje de tabaquismo, se ha logrado este mes poner en marcha la prohibición de fumar en lugares públicos sin que se haya producido el levantamiento social que muchos preveían.