El SCH sale del Royal con 739 millones de plusvalía
La histórica relación entre el Santander y el Royal Bank of Scotland dejó paso ayer a los nuevos tiempos. En una operación esperada, el Santander vendió el 2,51% que aún poseía del banco escocés.
Se trata del punto y final de una relación que ha durado más de 16 años, convirtiéndose en una de las más largas del sistema financiero europeo. El Santander vendió ayer entre inversores institucionales el último paquete accionarial que poseía de su socio mayoritario, el escocés Royal Bank of Scotland (RBS). Un movimiento previsto por el mercado y que le inyectó ayer 739 millones de euros en plusvalías. La ruptura de Emilio Botín con su histórico socio es consecuencia directa del desembarco cántabro en el Reino Unido.
La última operación, colocada por Merrill Lynch, se cerró a 17,20 libras por acción (24,82 euros), con un descuento del 2% respecto al precio de cierre de ayer, y ha supuesto unos ingresos totales de 2.024 millones para el banco presidido por Emilio Botín. A las plusvalías de ayer se suman los 472 millones que obtuvo el pasado mes de septiembre por la venta de otro 2,51%. Pero la inyección de capital ha sido aún mayor y desde 2001, cuando controlaba, como primer accionista, el 8,03% del RBS, el banco ha ingresado 2.634 millones de euros deshaciendo su participación. Esta vez, el Santander también 'dedicará los ingresos de esta operación a la financiación general de sus actividades'.
Ante estas cifras, el Santander se ha mostrado satisfecho con los resultados de su alianza con el segundo banco británico por activos. Al igual que RBS, que mantiene el 2,16% en el Santander, y que ha señalado que 'nuestra inversión en el Santander es como cualquier otra'. El mercado espera que se desprenda de este paquete para hacer frente a nuevas adquisiciones.
La complicidad entre los dos bancos, que se han aportaron apoyo financiero clave, como en la compra del Natwest o Banespa, se transformó en distanciamiento tras el anuncio de la operación del Abbey. Forzado por el primer banco británico, el HBOS, que mostró su inquietud por el cruce accionarial, el Santander renunció a sus dos consejeros en el RBS, el propio Botín y el director general, Juan Rodríguez Inciarte, para asegurarse la aprobación de los reguladores europeos y evitar incompatibilidades. El RBS hizo lo propio con el sitio que ostentaba su presidente George Mathewson en el Santander.
Botín anticipaba en ese momento el fin de la relación: 'La dimensión de nuestra participación recíproca ya no es esencial en nuestra relación'. Un coste adicional de la compra del Abbey.
De socios a rivales en Reino Unido
La dura competencia del mercado bancario en el Reino Unido enfrenta al Santander con quien, hasta ayer, ha sido uno de sus históricos socios. La agresividad del mercado hipotecario británico y la nueva normativa introducida por el regulador, llevó al escocés RBS a definir el pasado mes de noviembre una nueva filial específica para el negocio de las hipotecas. First Active es el primer movimiento de la banca británica tras la entrada del Santander y la decisión del Gobierno de traspasar a la Financial Service Authority (FSA) la competencia del mercado hipotecario. La regulación británica obliga a las entidades a proporcionar información homologada sobre los distintos tipos de préstamos en favor de la transparencia para los clientes. Tras la adquisición del Abbey, el mercado ha especulado con diferentes movimientos por parte del RBS o del primer grupo bancario del país, el HBOS. En las últimas semanas las miradas apuntaban al ABN Amro, cuya cotización se disparaba por los rumores de absorción por parte del RBS.Los títulos del Santander cerraron ayer con un alza del 0,55% hasta los 9,09 euros por acción mientras que los del RBS lo hacían sumando un 0,86% hasta las 17,56 libras.