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SBC planea poner fin a los 120 años de historia en solitario de AT&T

Cuando Alexander Graham Bell patentó el teléfono poco podía sospechar que la compañía que fundó para explotar el invento se convertiría en la primera empresa de telefonía del mundo, el ejemplo a imitar. Pero los últimos 20 años han bastado para hacer tambalear el imperio. AT&T está en venta y no es ni una sombra de lo que fue. SBC está dispuesta a poner fin, con una oferta de compra, a 120 años de historia de independencia.

La filial ha crecido y ahora quiere hacerse con la matriz. SBC es una de las operadoras regionales de telecomunicaciones nacidas de AT&T en 1984, cuando el Gobierno de Estados Unidos forzó la ruptura del monopolio. Así surgieron las hoy todopoderosas baby bells y ahí comenzó la decadencia de Ma Bell, que se enfrenta al final de su carrera en solitario.

La que un día fuera la referencia mundial en todo lo relativo al teléfono y las telecomunicaciones está siendo el objeto de deseo de SBC, que está dispuesta a pagar por ella entre 15.000 y 16.000 millones de dólares, según las cifras publicadas ayer por el Wall Street Journal y The New York Times, respectivamente.

Y es que, aunque AT&T pasa por sus momentos más débiles tras el abandono del negocio del móvil y la reducción del trato con los particulares, el antiguo monopolio sigue teniendo en sus manos dos actividades muy atractivas: el servicio a grandes corporaciones y la red internacional. En su cartera sólo quedan 25 millones de clientes residenciales y tres millones de empresas, pero entre estas últimas están prácticamente todos los nombres de las listas de Forbes.

La unión de las dos firmas crearía el líder de Estados Unidos por facturación

Las palabras de un analista recogidas por Bloomberg lo dicen todo: 'Tiene todo el sentido que AT&T sea engullida antes de que caiga hasta la nada'.

Con esta operación, que las involucradas han rehusado confirmar o desmentir, la sociedad conjunta SBC-AT&T se convertiría en el líder del sector en Estados Unidos por facturación, pero no por capitalización bursátil, donde sigue ganando Verizon.

También permitiría a SBC convertirse en la única operadora del país con un papel relevante en todos y cada uno de los negocios de la industria de telecomunicaciones y con una fuerte presente internacional, lo que AT&T fue una vez.

No hay duda de que la ruptura del monopolio telefónico de EE UU dejó a las compañías regionales con la mejor parte. Sobre todo cuando las baby bells recibieron el apoyo legal y gubernamental para salir de su territorio de telefonía local y atacar el de las compañías de larga distancia -AT&T o MCI, por ejemplo-. SBC y otras se aplicaron a ello con denuedo y fue entonces cuando la competencia tiró a la baja de los precios y AT&T recibió el último golpe de gracia. Muy lejos quedaban los 75 dólares que cobraba en 1927 a cada uno de los participantes en las primeras conexiones transoceánicas con Londres.

Nadie puso cuestionó ayer la veracidad de las negociaciones entre SBC y AT&T, pero sí hay dudas sobre el final que tendrán las conversaciones. Bellsouth ya intentó en 2003 la compra del ex monopolio y cambió de idea en cuanto se convenció de las pobres perspectivas de crecimiento de AT&T.

Por el momento, el mercado se lo ha creído y ha reaccionado con alzas en AT&T y castigo para SBC.

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