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Gestión

Qué datos mirar en la información financiera

Corre la leyenda urbana de quien un día llamó indignado a una empresa para acusar a sus responsables de maquillar las cuentas: 'Se les va a caer el pelo ¿con qué desfachatez han logrado que su activo sea exactamente igual a su pasivo?'. Está claro que el inversor particular no tiene por qué convertirse en una especie de auditor o analista, pero tampoco conviene caer en la inocencia del personaje de la historia. Si al comprar una casa se golpean hasta las paredes para ver su solidez, ¿por qué no comprobar la solidez de la empresa en que se invierte? Y, sobre todo, ver cuánta remuneración se va a poder recibir de ella.

Lo primero, aunque resulte obvio, es entender la naturaleza del negocio. Cualquier analista que se precie estudiará qué vende o qué servicio presta la compañía que va a estudiar. Hay que ver en qué líneas de negocio gana y en cuáles pierde, qué camino está siguiendo para aumentar las ventas o qué nuevos productos tiene. Entre otros, esto permitirá ver a qué factores externos está expuesta la compañía como puedan ser los tipos de interés, el precio del crudo o la evolución del dólar. Cada negocio se mueve por un aire diferente.

Con la vista puesta en el balance y la cuenta de resultados se pueden obtener muchas ratios que darán idea de la marcha de la compañía. Ahora bien, como así señala un analista, 'lo fundamental terminan siendo los conceptos'.

El inversor puede elegir entre acciones con fuertes subidas o que reparta buenos dividendos. Esto se puede ver al analizar a qué destina la empresa su liquidez

Costes contenidos

Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, señala que un punto de partida es mirar los ingresos. 'Hay que ver si la empresa es capaz de crecer en ventas, en ingresos puros'. A partir de ahí, se miran los costes y cómo han ido evolucionando. Aguirre señala que en los últimos años la tendencia ha sido la contención de los costes (plantilla, gastos generales). Esto se ha traducido en mejorías del margen de explotación, es decir, del resultado de su actividad ordinaria que se refleja en lo que los expertos llaman Ebitda (siglas en ingles que significan ganancias antes de intereses, impuestos, provisiones y amortizaciones). El Ebitda da así una idea fiel de como va el negocio puro y duro de la empresa. En este sentido, Aguirre aconseja, al ver los beneficios, separar los recurrentes (de la propia actividad) de los extraordinarios (por ejemplo, por la venta de inmuebles que hace una teleco).

Asimismo, conviene detenerse en el flujo de caja (cash flow) o dicho de otro modo, la liquidez de la empresa. El inversor debe fijar de antemano si quiere acciones con gran potencial de subida o bien que le den una atractiva retribución en dividendos. Analizar a qué destina la empresa su cash flow -a reducir deuda, a adquisiciones o a retribuir al accionista- le servirá para decidir. Ahora, la retribución al accionista está de moda, pero, como señala Aguirre, también puede revelar que la compañía no encuentra nada interesante en qué invertir. Por otro lado, hay que mirar los gastos financieros en los que actúan dos componentes: la evolución de los tipos de interés y el apalancamiento, es decir, el nivel de endeudamiento frente a la autofinanciación.

Toda esta información arroja unos datos que hay que comparar con lo sucedido en la misma empresa en años anteriores y, muy importante, con lo que ocurre en otras empresas del sector. Asimismo, el inversor debe tener en cuenta que al analizar las cuentas de la empresa obtendrá una foto fija y, además, pasada, cuyos resultados el mercado ya ha descontado. De estas cifras el analista extraerá los puntos débiles y fuertes de la empresa y si aplica una contabilidad prudente o fuerza las cosas. Al final, una herramienta esencial y vedada a los particulares, el conocimiento personal de los directivos de la compañía, puede hablar más que todos los números de la empresa.

Ratios: Las más utilizadas

Hay ratios del balance, de la cuenta de resultados, de las acciones y bursátiles.l PER (por las iniciales en inglés de price earnings ratio) indica las veces que el precio de la empresa contiene sus beneficios, lo que indicaría los años en que se recuperaría la inversión. Un PER de 15 veces significa que lo que se paga por acción es 15 veces el beneficio por acción. En general, cuánto más bajo sea, más barato será el título. Pero debe ajustarse al crecimiento de la empresa y al sector. Es una ratio bursátill PCF (del inglés, price cash flow). Es como el PER, pero aplicado al cash flow. Es muy importante en la banca.l Apalancamiento Mide el grado de endeudamiento. Sólo se toma la deuda con coste y se puede medir sobre el activo total o sobre los recursos propios. Es una ratio de balance.l ROE (del inglés return on equity). Se calcula a partir del beneficio neto distribuible sobre la cifra media de recursos propios. Es la rentabilidad que obtienen los accionistas (beneficio neto) de los fondos invertidos en la sociedad (recursos propios). Un ROE bajo de forma continuada significa que el accionista pierde dinero. Es una ratio de la cuenta de resultados.l PVC Es el precio/valor contable. Da idea de cuánto vale una acción en los libros y cómo la valora el mercado. Si es menor a uno es un mal presagio, pero si las perspectivas de la empresa son buenas, la compra es clara. Es una ratio bursátil.

Sectores: Las cifras para fijarse en cada caso

EnergíaHay que mirar la materia prima que sustenta el negocio ylos volúmenes de producción. También es importante ver cómo están consiguiendo reemplazar sus reservas porque esto da idea de hasta qué punto están garantizando su futuro. Las petroleras, en concreto, están muy influidas por el dólar. En el caso de las eléctricas, hay que estar atento a las tarifas, así como también al coste de aplicar la normativa sobre el mercado de emisiones.ConstrucciónAhora mismo, en este sector se mira mucho la cartera de obras de las compañías porque da idea de la marcha a futuro del negocio. En todo caso, se trata de un sector muy diversificado en el que hay que ver exactamente a qué se dedica. Es también muy cíclico, vinculado a partidas presupuestarias, afectado por la evolución de tipos, el PIB, el precio del suelo y de los materiales. Asimismo conviene estar atento a operaciones concretas de las empresas.BancaEn banca, los tipos de interés son la clave. Las subidas favorecen a las entidades volcadas en el negocio tradicional de financiación. En su balance, ha que ver cómo está su ratio de eficiencia, el crecimiento de las comisiones y, muy importante, ver el estado de la morosidad para analizar hasta qué punto la tienen bien provisionada. Asimismo resultan interesantes ratios como el ROA que indican cuántos recursos utilizan para ganar algo.TelecomunicacionesEl número de clientes y la evolución de las tarifas es clave en este sector. Asimismo, interesa seguir el mercado en Latinoamérica. Mientras en España el negocio está maduro, señala Natalia Aguirre, de Renta 4, al otro lado del Atlántico hay un gran potencial para ganar clientes. Esto significa que será muy interesante analizar el ritmo al que se están captando esos clientes, sobre todo en la telefonía móvil donde no hay regulación de tarifas.

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