El 42% de la deuda del Estado está ya en manos de no residentes
La disciplina fiscal está dando sus frutos. La deuda española es más de 20 puntos inferior que la media de la zona euro y resulta cada vez más barata a las arcas públicas. Según el Ministerio de Economía, el 42% está ya en manos de no residentes, reflejo de la confianza que genera.
Si la anunciada relectura del Pacto de Estabilidad y Crecimiento enfatiza, como se prevé, el control de la deuda pública, España gozará en el futuro de más margen de maniobra en el plano fiscal. Los datos de los últimos años lo demuestran bien a las claras: desde la implantación del euro como moneda común de la UEM, en 1999, España ha reducido su deuda pública medida en porcentaje de PIB en 17 puntos, mientras la media de la zona euro apenas ha caído 1,5.
La tan traída y llevada disciplina presupuestaria, unida a los buenos resultados económicos de los últimos años, han obrado el saneamiento. Estas buenas condiciones están derivando en una participación cada vez mayor de los inversores no residentes en la deuda pública española: frente al 23% de hace apenas seis años, hoy representan más del 42% del total. Si se considera el mercado de más largo plazo, es decir, los bonos y obligaciones, el porcentaje en manos extranjeras alcanza el 48%.
Las razones de esta evolución hay que buscarlas en el cada vez mayor atractivo de las emisiones españolas. Las agencias de calificación de crédito así lo corroboran: la deuda española cuenta con la máxima calificación de Moody's, Fitch y, desde el 14 de diciembre, también de Standard & Poors. Un aspecto importante, porque el incremento de demanda que genera lleva a reducir cada vez más el coste de emisión de la deuda.
En cinco años, España ha reducido su deuda en 17 puntos de PIB; la zona euro, en 1,5
En estas condiciones, el diferencial de tipos de interés ofrecidos por la deuda española y sus competidoras europeas se encuentra en mínimos históricos: en los bonos de referencia a 10 años, España sólo paga dos puntos básicos más que Alemania. El interés medio de la deuda emitida en 2004 fue un 2,9%, lo que ha favorecido una reducción del coste de la deuda (que tiene seis años de vida media) hasta el 4,7%. Según datos de la Dirección General del Tesoro, estos recortes han permitido un ahorro de intereses de 15.000 millones de euros a lo largo del año, para dejar los pagos totales en un 2% del PIB.
El buen comportamiento de la tesorería del Estado ha permitido reducir las emisiones brutas de deuda en 2004 a 76.400 millones de euros. En cuanto a las netas (emisiones brutas menos deuda amortizada en el periodo), quedaron en 5.700 millones, un 43% menos de lo previsto el año pasado.
Menor esfuerzo autonómico
Aunque la reducción de la deuda pública ha sido más que notable en estos últimos cinco años, el gráfico adjunto demuestra que esta bajada ha sido protagonizada casi en exclusiva por la administración central. El nivel de deuda de las locales se mantiene en torno al 5% del PIB desde la entrada en vigor del euro. Tanto el actual Ministro de Economía, Pedro Solbes, como su antecesor, Rodrigo Rato, han llamado en numerosas ocasiones a que los entes locales compartan el esfuerzo para lograr el equilibrio presupuestario. El déficit es el motivo fundamental del recurso a la deuda pública, como forma de financiación del exceso de gastos sobre los ingresos. Los Presupuestos Generales de este año contemplan un déficit de las comunidades autónomas del 0,1% del PIB, pese al cuál se espera un superávit global de las administraciones públicas del mismo montante, debido al buen comportamiento de la Seguridad Social.
14.000 millones de euros netos a emitir en 2005
Los objetivos presupuestarios anunciados por el Gobierno contemplan un ligero superávit en las cuentas públicas para los próximos años, debido al saldo positivo de la Seguridad Social. Aún así, la Administración Central tendrá en 2005 un déficit de 6.700 millones de euros que, unidos a la variación de activos prevista, lleva, según la Dirección General del Tesoro, a una necesidad de financiación de casi 14.000 millones.El Tesoro tiene previsto atenderlas con una emisión neta de deuda del mismo importe, sin alterar el saldo de su cuenta en el Banco de España. La deuda amortizada este año será de 63.400 millones, un 10% menos que en 2004. La emisión bruta del año alcanzará los 77.400 millones, prácticamente la misma que se ha realizado en el año que acaba de terminar, aunque menor que la inicialmente prevista para entonces. Como viene sucediendo en los últimos años, el grueso de las emisiones se repartirá casi a partes iguales entre letras del Tesoro, por un lado, y obligaciones y bonos del Estado, por otro.Cabe esperar que la tendencia decreciente de la deuda respecto al PIB se mantenga este año. El crecimiento económico previsto por el Gobierno para 2005 se sitúa en el 2,9%. Y las necesidades de financiación, los 14.000 millones de euros adicionales (debidas, en buena parte, a la asunción por parte del Estado de los 7.300 millones de deuda de Renfe, en septiembre de 2004), se beneficiarán de los escuálidos tipos de interés actuales.En el plano formal, el Tesoro hará en 2005 algunos cambios en sus instrumentos de financiación: no emitirá letras a tres meses, y se interrumpirá la emisión de obligaciones a 15 años. El plazo medio de la deuda aumentará, y se estima que la emisión en divisas alcanzará el 2% del total.