La banda ancha dispara la piratería
Farenheit 9/11, la última película del controvertido Michael Moore, un feroz ataque a la política del presidente George W. Bush, es uno de los títulos más populares este verano en descargas ilegales desde internet. La película fue puesta en la red a a los pocos días de su estreno junio. No es que a Moore le vaya a hacer mucho daño el pirateo. Su nueva obra se ha convertido en el documental más visto de la historia y lleva recaudada ya una cifra récord en taquilla. Pero muestra una tendencia que tiene a la industria del cine en vilo.
La descarga de películas es una actividad cada vez más popular entre los usuarios de internet. Su crecimiento se ha visto impulsado de forma vertiginosa gracias a la extensión del acceso de banda ancha. Según una investigación de la Asociación de la Industria Cinematográfica Estadounidense (MPAA en sus siglas en inglés), en EE UU se descargan diariamente entre 400.000 y 600.000 títulos desde la red.
Una encuesta llevada a cabo por esta patronal en ocho países (Australia, Francia, Alemania, Italia, Corea, Reino Unido y EE UU), en la que participaron 3.600 usuarios, concluye que el 24% de los internautas descarga habitualmente películas completas directamente de la red.
En un futuro cercano una gran parte del alquiler de películas se realizará con servicios 'online'
La MPAA está realizando una agresiva campaña de educación contra la piratería de filmes, que incluye anuncios en periódicos, revistas y publicaciones estudiantiles (los estudiantes figuran entre los colectivos más piratas), en la que se explica el impacto sobre el empleo y la economía de esta actividad ilegal.
Bajar películas es hoy todavía una tarea lenta y penosa que puede llevar días, incluso con acceso de alta velocidad. Muchos de los archivos disponibles en la red proceden de copias de DVD y son muy pesados con un tamaño de unos cinco gigabits.
Pero ahora gracias a una nueva tecnología llamada DivX es posible comprimir un filme de dos horas en un archivo de vídeo de 700 megabits y grabarlo en un CD. La descarga no dura más de un par de horas con una conexión convencional de banda ancha.
El sector teme que se reproduzca el mismo fenómeno que se ha vivido estos últimos años con la descargas musicales. Aunque la MPAA ya ha manifestado claramente que su aproximación al problema será muy distinta a la efectuada por la industria de la música'.
Servicios alternativos
'No vamos a llevar a cabo acciones legales contra usuarios que descarguen archivos de forma ilegal como ha hecho el sector de la música. No creemos que este modelo sea eficaz. Pensamos que es más adecuado realizar campañas educativas y promover descargas legales de películas de calidad a buen precio', señala un portavoz de la MPAA. Y añade: 'Quejarse de la piratería no es suficiente, hay que ofrecer un buen servicio alternativo'.
En estos momentos hay un creciente número de servicios en línea que permiten descargas legales, incluyendo CinemaNow, Movieflisx y Movielink. Esta última firma cuenta con el respaldo de grupos tan poderosos como MGM, Sony Pictures, Paramount, Universal y Warner Bross y ofrece 800 títulos recientes y clásicos a un precio entre 1,6 y 4,8 euros cada uno. Los usuarios pueden bajar las películas y verlas las veces que deseen en 24 horas. Los archivos están comprimidos, lo que hace el proceso relativamente rápido.
Las casas de alquiler de vídeos y DVD estarán sin duda entre los segmentos más afectados por la piratería y los nuevos servicios. Según la firma consultora StrategyAnalytics, en un plazo no muy lejano, una gran parte del alquiler de películas se realizará mediante servicios en línea. Todo ello conllevará cambios drásticos tanto en estos establecimientos como en el ritmo de la industria del cine, que tiene una secuencia muy definida para presentar sus nuevos productos con el objetivo de obtener la mayor rentabilidad posible.
Primero se lanzan las películas en salas comerciales, luego se pasa al vídeo doméstico y DVD, para continuar con la televisión de pago y por último llegan a la TV gratuita.
Esta secuencia acabará por desaparecer o se hará más difusa, opinan los analistas. Y el paso de las películas a los servicios online tendrá que ser cada vez más rápido. Pero la industria no tendrá más remedio que adaptarse a esta nueva revolución, señalan.
España sube
Cada mes se copian ilegalmente 2.600 millones de archivos de la red si se tienen en cuenta todos los servicios P2P (de persona a persona), como Kazaa o eDonkey.Hasta hace poco se asumía que la mayor parte de las descargas ilegales eran archivos musicales MP3, pero según un estudio de la consultora británica CacheLogic, hoy la mayor parte del tráfico en las redes P2P procede de archivos de más de 100 megabits de tamaño, lo que sugiere que los internautas están descargando con cada vez mayor frecuencia películas, juegos y software, además de archivos MP3, cuyo tamaño es mucho menor.Los servicios P2P son los mayores consumidores de datos por delante del tráfico web y su coste anual asciende a 500 millones. El mayor crecimiento en descargas ilegales se está produciendo fuera de la música, señala un portavoz de CacheLogic. Un informe de Jupiter asegura que el 15% de los usuarios europeos de P2P descarga una película cada mes. En España esa cifra se dispara al 38%.La MPAA ha tomado decisiones sobre las descargas de películas pero con un estilo menos duro que el de la Asociación Discográfica de EE UU (RIAA), que desde septiembre ha demandado a 3.600 usuarios. Pese a ello, las descargas de música siguen en alza y los servicios P2P que suministran esta opción han aprendido a blindarse contra las iniciativas de las discográficas.