Pocas opciones en dólares
Con más de la mitad del año transcurrida, la evolución de los fondos que invierten en cualquier tipo de activo en los EE UU no es ni la sombra de lo que fue en el ejercicio anterior. Efectivamente, ninguna de las categorías de fondos que se distribuyen en España, sea de renta fija a corto o a largo plazo; o bien de renta variable que invierta en el sector tecnológico o en empresas de baja capitalización, acumula rentabilidades medias positivas en dólares. Sólo los fondos monetarios proporcionan una magra rentabilidad media de 0,10% (2,05% si se calcula en euros).
Si la rentabilidad se mide en euros la situación mejora ligeramente, gracias al saldo positivo que aún conserva el dólar frente al euro para el conjunto del año. El efecto del tipo de cambio de las divisas sobre la rentabilidad de los fondos es algo que hay que tener muy en cuenta a la hora de realizar cualquier inversión en fondos que no sean del área euro. Y ese efecto va a seguir siendo previsiblemente muy fuerte en los próximos años, en tanto se corrigen, al menos parcialmente, los desequilibrios de la economía norteamericana.
Por ejemplo, los datos de la balanza de capitales de los EE UU para el mes de mayo, que se publicaron a mediados de mes, provocaron el debilitamiento del dólar y el que su cotización frente al euro se fuera a los niveles de comienzos de año, pues si bien el déficit comercial experimentó una mejoría no despreciable, su financiación por medio de la entrada de capitales exteriores cayó a 56.000 millones de dólares, muy por debajo de los cerca de 80.000 millones mensuales que viene siendo habitual.
El comportamiento tanto de la renta fija como de la renta variable norteamericana está siendo considerablemente peor que el de los activos denominados en otras monedas. Por una parte, el comienzo de la subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal provocó, entre los meses de abril y mayo, un repunte en las rentabilidades de los bonos y obligaciones denominados en dólares que fue muy superior al experimentado por la renta fija de otros países. Y, aunque en las últimas semanas el precio de los bonos denominados en dólares ha experimentado una fuerte recuperación -y junto con ellos los fondos de renta fija en dólares- el conjunto del año sigue siendo negativo para esa categoría de activo.
Por otra parte, los índices de las Bolsas norteamericanas que, como es bien sabido, marcan el ritmo al que evolucionan las de todo el mundo, están acumulando pérdidas en 2004. Pero esas pérdidas no se están trasladando de manera automática y con la misma intensidad a los demás índices. Un buen ejemplo de esto es lo que le sucede al Ibex 35, que aún acumula ganancias de 2,43%; o el del japonés Nikkei 225 que en el año experimenta aún una revalorización cercana al 5%. De este modo, los fondos de renta variable que invierten principalmente en Norteamérica muestran un aspecto muy parecido al de los índices y, así, si el Dow Jones y el S&P 500 pierden, respectivamente, el 4,7% y el 1,36%, los fondos de renta variable norteamericana pierden en promedio el 2,2% en dólares (+1,06% en euros).
Bastante peor librados están saliendo, por ahora los fondos tecnológicos de renta variable, habida cuenta del 7% que pierde el índice Nasdaq Composite en el conjunto del año, con pérdidas medias de 9,66% en dólares.
Hay otra clase muy numerosa de fondos que invierten en los EEUU, y son los que se especializan en empresas de pequeña capitalización. Si se mide su rentabilidad media en dólares, esta categoría de fondos que incluso este año se había comportado bastante bien, han empezado a acumular pérdidas recientemente: 2,55% en promedio (+1,19% si se mide en euros) que se corresponden bastante bien con que el índice Russell 2000 que mide la evolución de las cotizaciones de esta clase de empresas haya entrado recientemente en ligeras pérdidas (de 2,3%).
Lo que queda del año 2004 no es especialmente halagüeño para los fondos de renta variable norteamericana en ninguna de las categorías mencionadas si bien, con la excepción de los fondos tecnológicos, tampoco parece que vaya a resultar demasiado negativo. Las Bolsas seguirán, probablemente, su trayectoria horizontal hasta el otoño y tendrán un pequeño tirón alcista a finales de año. Solo los fondos tecnológicos tienen un futuro inmediato algo más incierto.
Déficit de los flujos de capital
Hace dos semanas se hicieron públicos los datos de la balanza de pagos norteamericana correspondientes al mes de mayo. Una vez más el déficit comercial fue de enormes proporciones, aunque corrigiendo un 4,4% respecto al mes anterior.La cifra era de 46.000 millones de dólares, lo que provocó un debilitamiento del dólar.Esa debilidad la provocó el que, para financiar ese déficit, sólo hubo entrada neta de capital por 56.400 millones de dólares, frente a los 76.100 millones del mes anterior; y una salida de 13.400 millones en compras de acciones.