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Prestaciones

La alta temporalidad dispara el número de perceptores de paro

El 62,4% de los parados cobró alguna prestación los cuatro primeros meses del año. Esta tasa de cobertura de paro (porcentaje de parados que cobra algún tipo de prestación) se ha situado en 2004 en niveles máximos desde la crisis económica de 1993. El motivo, en esta ocasión, es la elevada temporalidad del mercado y la rotación entre empleo precario y subsidio.

En los cuatro primeros meses del año había en España una media de 1.740.000 parados registrados en las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo (antiguo Inem). De todos ellos, el 62,4% cobraban algún tipo de prestación o subsidio por desempleo.

Esta cantidad de personas cubiertas por prestaciones económicas no se conocía desde 1993, cuando como efecto de la crisis económica se disparó el número de beneficiarios. Sólo en el primer trimestre del año, la tasa de cobertura por desempleo ha aumentado tres puntos (del 60,5% al 62,7%), el mayor aumento desde que la desaceleración económica en 2002 hizo pasar la tasa del 56% al 60%.

En la actualidad, el aumento de la tasa de cobertura del paro no obedece a ninguna situación clara de crisis económica. Según los expertos consultados, el aumento puede ser atribuible a los estragos, cada vez mayores, de las elevadas tasas de temporalidad continuada del mercado laboral.

El hecho de que el 30% de los trabajadores esté entrando y saliendo constantemente del mercado genera un intenso uso del seguro de paro.

Prueba de ello es que, según datos del Ministerio de Trabajo, el 66% de las altas en el sistema de prestaciones por desempleo proceden de trabajadores a los que se les ha terminado el contrato de trabajo porque eran temporales.

No obstante, este aumento de beneficiarios no se ha visto trasladado con la misma intensidad al gasto en desempleo, que en el primer trimestre sólo registraba un desvío respecto a lo presupuestado del 3% frente a años anteriores, como 2002, cuando la partida de prestaciones por desempleo llegó a registrar un desvío del gasto del 18%.

Los motivos por los que el coste del desempleo no ha seguido incrementándose por encima de lo presupuestado, pese al aumento de perceptores, son la disminución de la cuantía media de los subsidios y la duración media de cobro de la prestación, que se redujo a 63 días.

Este último dato muestra también la elevada rotación en el empleo, ya que la media indica que los parados que cobran ayudas, encuentran trabajo al cabo de dos meses.

El colectivo de beneficiario más numeroso lo forman los parados del segmento contributivo (aquellos que cotizaron al menos un año para poder cobrar el desempleo), que sumaban entre enero y 675.651. Así, el nivel de perceptores del segmento contributivo es también el más alto desde 1994, cuando el sistema sufría la resaca de la crisis económica.

El volumen más alto de prestaciones por desempleo contributivas se produjo en 1993, con 834.000 beneficiarios. El fuerte incremento de perceptores del desempleo habría sido aún mayor si no se hubiera producido una brusca caída de los beneficiarios del desempleo parcial y de los perceptores temporales del subsidio agrario, que cayeron un 38,6% y un 5%, respectivamente. Igualmente, si se tienen en cuenta las solicitudes de prestaciones por desempleo, que están en proceso de trámite pero con efectos retroactivos, la tasa de cobertura crecería aún más, hasta el 69,6% de los parados.

El Inem aumentó sus excedentes financieros en 2003 y alcanzó un superávit de 240 millones

El Ministerio de Trabajo cerró la semana pasada la liquidación del presupuesto del Servicio Público de Empleo estatal correspondiente a 2003. Las cuentas públicas de este organismo volvieron a incrementar sus excedentes después de que en 2002 redujeran su superávit habitual casi al equilibrio.En 2003, el antiguo Inem obtuvo un superávit de 240 millones de euros, lo que supone un incremento de los excedentes de 223,5 millones respecto a 2002 y un aumento sobre lo presupuestado inicialmente de casi 82 millones de euros.Este excedente, junto al superávit de la Seguridad Social y el del Fondo de Garantía Salarial, conforman el 'colchón' que la patronal esgrime constantemente como argumento para poder acometer una rebaja de las cotizaciones sociales, algo que el Gobierno se ha negado a hacer de forma generalizada.No obstante, el superávit de 2003 queda aún algo lejos de los excedentes de casi 800 millones de euros registrados en 2000 y 2001.Las cuentas del Inem han sido foco de polémica en los últimos años, ya que el Gobierno anterior transfirió a las cuentas de 2002 una partida de gasto en prestaciones de 2,5 millones de euros (417 millones de las antiguas pesetas) que habían sido generadas en 2001.A esta transferencia de gasto, admitida por el Gobierno del PP, hubo que añadir el aumento natural de las prestaciones por desempleo generadas por la desaceleración económica. Esto supuso un desvío del gasto en desempleo del 18% en 2002 que prácticamente absorbió todo el superávit previsto (y redujo los excedentes a 16,5 millones de euros). Pero, sobre todo, sirvió para que el Gobierno justificara el decretazo por el supuesto aumento desmesurado del gasto en desempleo.

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