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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Deberes sobre cuatro ruedas

Las reclamaciones de las empresas empiezan a acumularse ante los despachos de los nuevos ministros. Eléctricas, telecos, constructoras, promotoras inmobiliarias o farmacéuticas ya han hecho sus peticiones más o menos formales y con mayor o menor estridencia. Ayer, le tocó el turno a las empresas del automóvil. Y el nuevo presidente de la patronal Anfac, Juan Antonio Fernández de Sevilla, no desaprovechó la ocasión, su debú público, para poner deberes al Ejecutivo.

Fernández de Sevilla, que también es presidente de Renault España, acusó a las administraciones de no prestar el apoyo necesario a un sector económico básico, puesto que, en estos momentos, representa casi el 6% del PIB español. Tiró de datos y concluyó que la rentabilidad de los grupos automovilísticos está a la cola de la industria, tras recordar que 'el sector ha hecho los deberes en el terreno industrial, laboral y comercial' y el 'evidente' riesgo de deslocalización que planea sobre las inversiones de las empresas radicadas en España.

Una vez dibujado el panorama, puso la pelota en el tejado del Gobierno, al que reclamó un marco regulatorio que haga atractiva la inversión en I+D+I , que mejore la fiscalidad, que adapte la legislación laboral a las necesidades del sector y que subsane las deficiencias en infraestructuras. Todo ello, tras aplaudir la decisión del nuevo Ejecutivo de desempolvar el Ministerio de Industria.

Este rosario de peticiones de la patronal del automóvil se produce justo el día en que se anuncia que los seis primeros meses de del año han marcado el mejor semestre de ventas de coches en España de la historia. Por contra, la producción hasta mayo descendió un 1,8%. Este cóctel de datos revela una situación realmente muy peligrosa. El tirón de la demanda continúa siendo muy sólida, la producción no llega y las empresas empiezan a agitar el fantasma de la deslocalización. Es urgente que todos, empresas y administraciones, se sienten a dialogar.

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