Francia suprime un festivo para financiar ayudas a ancianos
El Parlamento francés ha aprobado definitivamente el polémico proyecto de ley que establece la supresión de un día festivo en el calendario laboral para ayudar a financiar programas de atención a los ancianos o minusválidos.
Los senadores han sancionado al texto, que está previsto que entre en vigor el próximo mes y que ya había sido adoptado la víspera en la Cámara de diputados, a pesar de las protestas de la oposición socialista y comunista.
Según el proyecto, los franceses tendrán que trabajar un día suplementario al año, no remunerado, cuya fecha será fijada a través de la negociación con los interlocutores sociales y en caso de que no haya acuerdo, será el lunes de Pentecostes.
La medida ha sido impulsada por el Gobierno conservador de Jean-Pierre Raffarin, a raíz de la crisis sanitaria de la canícula de agosto pasado que causó 15.000 muertos, muchos de ellos ancianos.
En contrapartida a la llamada ¢jornada de solidaridad", las patronales deberán incrementar un 0,3% sus cotizaciones, lo que debería generar unos 9.000 millones de euros de aquí a 2008.
Para el Partido Socialista, el texto impulsado por el Gobierno conservador pretende "hacer olvidar" de forma "precipitada" su "impericia" durante la canícula, según el senador Claude Domeiziel.
Por su parte, el comunista Roland Mazeau ha tachado de "injusta" la jornada de solidaridad y denunció que el texto ha llegado "demasiado temprano".