El empresario luso Amorim compra un 4% de Bodegas Arco
Américo Amorim, propietario de una de las mayores fortunas privadas de Portugal, gestionada a través del grupo Amorim, ha decidido impulsar sus inversiones industriales en España. Dueño ya de un 4,5% del Banco Popular, ha llegado a un acuerdo con los propietarios del grupo Arco para comprar la autocartera -4% del capital- de la compañía vitivinícola.
La operación, acordada hace ya unos meses, está todavía pendiente de su materialización definitiva prevista para finales de junio.
La compraventa parte de la necesidad de Bodegas Arco de poner en valor la autocartera acumulada durante todo el pasado año a raíz de la puesta en venta de varios paquetes accionariales de accionistas minoritarios y recomprados por la sociedad. Estos encontraron así una salida a su inversión después de que la empresa desestimara en 2001 la salida a Bolsa.
La compañía vitivinícola decidió ofrecer la compra del paquete al grupo Amorim por varios motivos. Los gestores de Arco están interesados en tener empresas fuertes en el capital. Y en segundo lugar Amorim mantiene fuertes vinculaciones con el negocio del vino en Portugal.
Además, Arco ha entrado recientemente en el negocio hotelero a través de su división Haciendas de España. Un concepto basado en el mundo del vino, y que en un principio, tanto por afinidad geográfica como por concepto de negocio, podría ser de sumo interés para la división hotelera de Amorim.
El acuerdo de compraventa se ha llevado a cabo otorgando al 100% de Bodegas Arco una valoración de 240 millones de euros. El 4% adquirido por Amorim le da derecho a ocupar un puesto en el consejo de administración de la compañía.
Miembro de la familia
Por el momento, y hasta que el acuerdo se formalice de forma oficial y definitiva, este puesto en el consejo lo ocupa un alto directivo del grupo portugués. Pero está previsto que cuando se oficialice la adquisición, sea un miembro de la familia el que acceda al máximo órgano de gestión de la sociedad.
La entrada de Amorim en Arco supone el desembarco del potente grupo inversor portugués en el sector vitivinícola español, que hasta ahora sólo estaba presente en el segmento del tratamiento del corcho. De acuerdo con fuentes financieras conocedoras de la operación, su participación tiene consideración estable y por el momento no está previsto que eleve su porcentaje accionarial.
Amorim es uno de los principales grupos industriales portugueses. A través de su filial Amorim Investimentos y Participaçoes (AIP), controla alrededor de 140 compañías en 36 países con más de 5.000 empleados. AIP está presente en los principales sectores económicos portugueses y vende sus productos en más de 130 países.
En paralelo, la entrada de Amorim en el capital de Arco supone un indudable fortalecimiento y estabilidad en el accionariado de Arco.
En la actualidad el capital de la compañía bodeguera está controlado por la unión de los paquetes de varias cooperativas riojanas y por el del equipo directivo, encabezado por el director general, Víctor Redondo.
La compañía afrontó a mediados de 2002 una profunda reestructuración de su accionariado. Como productos se acordó dejar sin derechos políticos, aunque no sin derechos económicos, la participación en poder del fondo británico de capital riesgo Bridgepoint. Esta operación permitió la constitución de un núcleo estable que controla alrededor del 56% de los derechos de voto de la compañía.
Bodegas Arco está considerada en la actualidad como la segunda empresa del negocio vitivinícola español por volumen de facturación -sólo por detrás del grupo Freixenet-.
Hoteles de lujo y vino de calidad
El accionariado de Arco queda definitivamente estabilizado después de la venta del 4% de la autocartera al grupo Amorim. Una vez descartado el camino de la Bolsa, el grupo Arco, constituido ya como una corporación financiera de la que cuelgan tres divisiones, podrá plantearse a medio plazo la posibilidad de dar entrada en el capital de sus filiales a socios estratégicos y minoritarios.El holding controla el capital de Haciendas de España, sociedad encargada de centralizar el proyecto hotelero; Berberana, especializada en la producción de vinos, y United Wines International, con sede en Suiza.De acuerdo con las fuentes consultadas, el grupo Amorim, propietario de una potente división hotelera en Portugal, podría estar muy interesado en participar en esta actividad en España, y Haciendas sería su primera inversión. Sin embargo, medios cercanos a la empresa aseguran que aún es pronto para adelantar acontecimientos. Arco controla tres hoteles en la zona del Duero y tiene previsto abrir otro en Málaga.Sus establecimientos son antiguas casas señoriales ligadas a la elaboración de vinos y cultivo de viñedos reconvertidas en hoteles. La inversión del grupo Arco en esta actividad ha sido hasta el momento de unos 60 millones y su valor patrimonial supera ya los 100 millones, según fuentes de la empresa.De alguna forma Arco reedita así su pasado. Su actividad vitivinícola, conocida antes como Grupo Berberana, fue hasta 1998 una pata de la diversificación de la Corporación Financiera Cofir, hoy reconvertida en NH Hoteles.