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Octavio Granado

'Hay que cotizar más y por más tiempo'

El nuevo gestor de la Seguridad Social sabe que las finanzas del sistema de pensiones nadan en la abundancia, pero Octavio Granado no descuida la guardia y cree que 'en la primera parte de la legislatura debemos hacer una reforma que refuerce la aportación de los cotizantes para aplicarla paso a paso y que surta pleno efecto dentro de 10 o 12 años, cuando pueden llegar los problemas'. Su idea es hacer un sistema que prime carreras de cotización más generosas y que devengue prestaciones más acordes con las aportaciones, sin perder de vista el componente de solidaridad que debe tener la Seguridad Social en España.

Pregunta. El Gobierno ha heredado una Seguridad Social muy saneada. ¿Cuándo tendrá algún tipo de inseguridad financiera?

respuesta. Todas las proyecciones demográficas apuntan a que el incremento de los gastos puede superar al de los ingresos en torno a 2018-2020. Pero hay que revisar parte de estas previsiones porque la inmigración ha descabalgado buena parte de las estimaciones: ahora estamos ya en el nivel de cotizantes que todos los estudios preveían para 2010.

'No puede ser que los trabajadores autónomos coticen por término medio por debajo de los asalariados cuando sus ingresos son superiores'

Esto quiere decir que tenemos un horizonte temporal de más de 10 años para acometer las reformas necesarias y garantizar la estabilidad del sistema. Lo lógico sería pactar las reformas en los dos primeros años de esta legislatura, para que empiecen a aplicarse gradualmente desde 2006 hasta 2015, año en el que deberían estar ya plenamente en vigor.

P. ¿Y qué reformas se plantea el nuevo Ejecutivo para evitar que haya problemas financieros?

r. Hay que conseguir poner en mayor relación las contribuciones de los cotizantes con las prestaciones que reciben. Para ello habrá que hacer reformas que permitan que se cotice más tiempo y por bases más altas. No se trata sólo de reformas legales, sino de generar una cultura que permita a las personas saber que su pensión va a estar en función de lo que han cotizado, y, por tanto, tienen que buscar bases de cotización más elevadas si quieren tener mejores pensiones.

Las reformas deben también orientarse a que en algunos regímenes, las bases deben adecuarse más a los ingresos de los cotizantes. No puede ser, por ejemplo, que los autónomos españoles coticen por término medio por debajo de los asalariados cuando sus ingresos son muy superiores.

P. ¿Habría que subir, entonces, la base mínima de los autónomos?

r. La base mínima de los autónomos ya es mayor que la del régimen general. Así que no sólo hay que trabajar sobre bases mínimas, sino también sobre periodos de tiempo cotizados. El sistema de reparto no quiere decir que una persona que cotiza más deba desviar parte de sus aportaciones al sistema a otra persona que cotiza menos, sobre todo si esta segunda tiene mayor nivel de renta.

P. ¿Sobré qué aspectos concretos de las pensiones habría que actuar?

r. Se puede trabajar sobre muchos elementos: sobre la imputación de pensión por los periodos cotizados (escala de aseguramiento); sobre el periodo mínimo de cotización (ahora fijado en 15 años); o sobre la base de cálculo (las aportaciones tomadas para determinar la prestación, que ahora se obtiene de los últimos quince años cotizados).

En España, con 15 años cotizados se consolida el 50% de la base reguladora; pero cada año adicional hasta los 25 se consigue un 3% más, y a partir de los 25 años cotizados, un 2% adicional cada año. Esto supone primar a los que cotizan menos tiempo sobre los que contribuyen más años. Es una cuestión a discutir, pero parece razonable corregirla.

P. Eso supone invertir la escala de aseguramiento para primar las carreras largas de cotización...

r. Sí; habrá que hacer correcciones en la escala de aseguramiento. Hay que primar que la gente cotice más tiempo; debemos conseguir que el mecanismo para calcular la primera pensión prime a quien hace mayor esfuerzo en el tiempo, y no, como ahora, que se premia más proporcionalmente a las carreras cortas.

En cualquier caso, entre todos estos campos de actuación habrá que adoptar aquellas medidas legales que cuenten con el mayor consenso social para el conseguir el único objetivo: que los trabajadores coticen más.

P. ¿Habría, por tanto, que elevar las bases mínimas de cotización con carácter general?

r. No. En estos momentos las bases mínimas de la mayor parte de los regímenes no son utilizadas como elemento de referencia; en el régimen general, por ejemplo, es una ínfima minoría, no llega al 2%. Hay que hacer es generar la cultura de que hay que cotizar más.

P. Pero si las pensiones mínimas suben constantemente, como ustedes quieren, se desincentiva la cotización: el trabajador que no aporte lo suficiente sabe que el Estado se hará cargo de complementársela ...

r. Las mínimas que se complementan ahora ni siquiera son las de los que se han jubilado en los 10 últimos años; ahora la gran mayoría de las prestaciones de jubilación es muy superior a las mínimas. Son las de hace años, pero esta subida de mínimas no pone en peligro el equilibrio del sistema a largo plazo.

Pero debemos elevar la contributividad de los que ahora cotizan menos, que no son precisamente los trabajadores por cuenta ajena, que se jubilan en el 96% de los casos con 20 años cotizados. En los regímenes especiales nos encontramos con que esa cifra cae al 55% o 60%.

Hay que reflexionar en que un sistema contributivo, como el actual, si alguien cotiza 15 años por una base mínima genera una pensión mínima que necesita complemento público. Pero debe saberse que eso puede es así ahora, y no dentro de 10 o 15 años, porque el sistema puede no estar en condiciones de atender esa demanda.

P. Un estímulo para la cotización es destopar la base máxima. ¿Es posible?

r. La base máxima está vinculada a la existencia de una pensión máxima; creo que deben seguir existiendo los dos referentes; hasta ahora ha sido bueno para garantizar el equilibrio financiero del sistema, y es bueno que sigan haciéndolo.

P. Todas las medidas, en todas las reformas, han dañado a algún colectivo concreto. ¿Habrá decisiones que expulsen a gente del sistema?

r. Adoptaremos medidas que no excluyan de la protección a los actuales cotizantes o pensionistas. Podemos estimular la cotización a la gente de 30 o 40 años, para que con tiempo pueda reaccionar. En todo caso, los costes son soportables: elevar los años que se toman para calcular la pensión de ocho a quince únicamente disminuyó la cuantía media de las pensiones nuevas un 3%.

'Revisaremos la viudedad; es un modelo de otra época'

Si hay una reforma del sistema de pensiones que Octavio Granado quiere hacer, ésa es la de 'reformular totalmente la pensión de viudedad', aunque, como el mismo reconoce, todos le califiquen como kamikaze por plantearlo.¿Va a atreverse a reformar la pensión de viudedad?Sí. Tenemos que conseguir que realmente la pensión de viudedad mejore la situación de las familias en las que ha habido una pérdida de rentas y que más necesitan los recursos, y que no se acceda de manera automática a situaciones en las que ni siquiera hay una pérdida de rentas. Por ejemplo si alguien se divorcia de una persona y al cabo de 25 años esa persona fallece, el que la viuda o el viudo obtengan una pensión de viudedad es algo que sólo sucede en España. Esto hay que corregirlo.Su equipo también quiere retocar la ley que regula el fondo de reserva de las pensiones, ¿para qué?La actual regulación está pensada para otro tipo de fondo de reserva. Inicialmente tenía 1.000 millones de euros, ahora no tiene límites. Hay que cambiar la ley para gestionar el fondo con más eficacia y diversificar más sus inversiones, a medida que crece su dotación; y estudiar si se usan los rendimientos que genera en políticas de estabilización del sistema, como prolongar la vida laboral.¿Hay que limitar el fondo?De hacerlo, habría que ponerlo en los derechos que el sistema reconocerá en un futuro. Si hay 18 millones de cotizantes y un fondo de 18.000 millones de euros, habría un fondo de 1.000 euros por cotizante, eso no arregla nada. El límite habría que ponerlo en esa ecuación, si se hiciera.

'La Seguridad Social tendrá un superávit del 1%'

Dirigir la Seguridad Social es más fácil ahora que hace 10 años. La razón es el envidiable estado de sus cuentas, las más saneadas del sector público. Así lo ha confirmado Octavio Granado, quien aseguró que, a falta de la liquidación definitiva, el sistema cerró el ejercicio 2003 con 'un importante superávit presupuestario de unos 8.000 millones de euros'. Esto supone que los excedentes del sistema superarán el 1% del PIB.Lejos de enfriarse, las previsiones del Gobierno es que la Seguridad Social repita este abultado superávit también en el presente ejercicio, pese a que las estimaciones iniciales eran mucho más bajas. No obstante, Granado precisó que en 2004, los responsables de la Seguridad Social 'estamos a expensas de lo que ocurra con la inflación, que nos impone sobrecostes evidentes en la revalorización de las pensiones'.Para 2005, el secretario de Estado no se atrevió a hacer previsiones exactas sobre las cuentas del sistema pero señaló que 'nada parece hacer prever que el crecimiento previsto para la economía española se quiebre' y, por tanto, la Seguridad Social podría seguir registrando incrementos del mismo orden, máxime cuando se avecinan unos años en los que irá disminuyendo el número de nuevos pasivos.

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