Air France, dañada por el derrumbe
La catástrofe del aeropuerto de Charles de Gaulle ensombrece la estrategia de desarrollo de la compañía aérea gala Air France. La flamante terminal 2 E, cuyo desplome causó cuatro muertos y tres heridos el pasado domingo, es un elemento central de la plataforma de tránsito del aeropuerto, destinada a Air France y a sus aliados de Skyteam (Aeroméxico, Alitalia, CSA, Delta Airlines y Korean Air).
Hasta hoy recibía seis millones de pasajeros al año y 60 vuelos diarios. Al término de su construcción, previsto en 2007, el gigante armazón de cemento, cristal y acero de estilo futurista podrá acoger 10 millones de pasajeros al año en la base de París, tercer aeropuerto europeo tras Fráncfort y Londres.
La nueva terminal fue sobre todo concebida para acoger al gigante aéreo Airbus 380, hoy en construcción, cuyo primer vuelo comercial está previsto en 2006. El proyecto preveía reducir al máximo el tiempo de los viajeros en tránsito y la creación de un sistema de distribución y seguridad de equipajes perfeccionado, controlado de forma automática, en funcionamiento en 2005.
El edificio hundido estaba destinado a la aerolínea francesa y a sus socios de la alianza Skyteam
Pese a que ningún vuelo ha sido cancelado hasta la fecha, la compañía reconoce que el accidente hará mucho más difícil la gestión de esta enorme plataforma de tránsito, ya que la terminal ha sido evacuada de manera indefinida tras nuevos crujidos de la estructura, y todos los pasajeros reorientados hacia las otras terminales del aeropuerto.
Un duro golpe en la lucha que Air France, recién unida a la holandesa KLM, mantiene con sus rivales Lufthansa y British Airways por mantener el primer puesto como plataforma de tránsito frente a Fráncfort y Londres, que ahora podrían ganar cuota de mercado.
Ya en 2003, Charles de Gaulle era la primera plataforma de correspondencias de Europa, con más de 700 vuelos diarios y 16.000 posibilidades de tránsito en menos de dos horas.
El aeropuerto incluye conexiones con el tren de alta velocidad, que hoy sirve las estaciones del territorio nacional, Bruselas y, en 2007, Amsterdam. La compañía estatal Aeropuertos de París (ADP), que financió los 750 millones de euros del proyecto con la colaboración de Air France (que invirtió 50 millones) no excluye derrumbar toda la estructura al no poder garantizar su seguridad.
Inaugurada con precipitación
El lanzamiento y puesta en marcha de la nueva terminal 2 E estuvo protagonizado por una serie de incidentes que fueron retrasando progresivamente su inauguración. Prevista para el pasado 1 de abril, su apertura no se produjo hasta el 23 de junio, no sin que la comisión de seguridad dejara patentes sus reticencias a la apertura.