El alza de tipos viene de camino
El cambio de sesgo en la política oficial de la Reserva Federal de Estados Unidos ha allanado el camino para su primera subida de tipos en el presente ciclo. El autor valora las implicaciones para los mercados de la decisión adoptada por Alan Greenspan
Los tipos de interés estadounidenses se mantuvieron sin cambios tras la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) de primeros de mayo, pero sí quedó alterado el sesgo oficial. Ahora, los riesgos para el crecimiento y para la inflación se consideran equilibrados. Anteriormente, el riesgo de que cayese la inflación se consideraba marginalmente mayor que el riesgo de que aumentase.
Este cambio no fue ninguna sorpresa y simplemente supuso el paso siguiente hacia la subida de los tipos de interés. Hay tres preguntas sencillas relacionadas con la política de la Reserva Federal (Fed). Primero, ¿cuándo subirán los tipos? Segundo, ¿cómo de agresiva será la subida? Por último, ¿qué nivel habrán alcanzado los tipos de interés cuando la Fed haya completado el proceso de subidas?
Un endure-cimiento agresivo de la política monetaria empañaría el crecimiento con rapidez y propiciaría el caos en los mercados
¿Cuándo subirán los tipos?
La declaración tras la reunión de la semana pasada no nos dice mucho sobre el momento de la subida. Podría ocurrir en cualquiera de las próximas reuniones, según como salgan los datos. Como el sesgo está totalmente equilibrado -no se inclina al alza-, el 30 de junio parece improbable.
La reunión del FOMC del 10 de agosto parece más probable y además es la fecha que descuenta el mercado. La reunión de septiembre se producirá demasiado cercana a las elecciones de noviembre. Pero si los próximos datos económicos son algo suaves, lo cual podría ocurrir, la Reserva Federal podría optar por esperar hasta después de las elecciones.
Sobre la segunda pregunta -el ritmo de la contracción una vez que se inicie el proceso-, la declaración de la Fed da una indicación más clara. La palabra 'medida' sugiere que será un proceso gradual. Hay mucho apalancamiento financiero en la economía real y en los mercados financieros. Un endurecimiento agresivo provocaría una reacción fuerte, empañaría rápidamente el crecimiento económico y posiblemente propiciase el caos en los mercados. La Fed está decidida a evitar una situación tal.
Es más difícil la respuesta a la tercera pregunta: ¿hasta dónde llegarán los tipos? La media histórica a largo plazo de los tipos reales de la Fed es el 2%. Si se está en la creencia de que los tipos deben regresar a esa media, el tipo nominal tiene que llegar al 4%, suponiendo una inflación del 2%. Parece excesivo. No creemos que la Fed vaya a incrementar tanto el coste del dinero prestado. Nosotros suponemos que el tipo de los fondos federales (Fed funds) subirá del 1% al 2,5% aproximadamente para finales de 2005. El mercado descuenta una subida mayor.
¿Cómo reaccionará el mercado ante la subida de tipos?
Por lo que indica la historia, los bonos se venden pronto en los ciclos de endurecimiento monetario. Sólo cuando los mercados creen que se aproxima el final del ciclo de subidas y que la economía va cumpliendo las expectativas es posible la recuperación del mercado de deuda. Como el ciclo de subidas de tipos ni siquiera ha empezado, cuesta mostrarse entusiasta con los bonos en este momento.
Las acciones estarán sometidas a fuerzas opuestas. La continuación del crecimiento fuerte de los beneficios en el corto plazo supondrá un respaldo, mientras que la subida de tipos es un factor perjudicial. En lo que llevamos de año, la renta variable no ha progresado pese al entorno de fortalecimiento del crecimiento económico mundial, tipos de interés bajos y un aumento de los resultados que sorprende positivamente.
¿Cómo responderá el mercado ante la combinación de tipos de interés más altos, crecimiento económico ralentizado y desaceleración de los beneficios? Nos resulta difícil encontrar motivos para el optimismo. La mayor parte de nuestros análisis muestran que los mercados financieros en general y los activos arriesgados en particular lo pasan un poco mal en los primeros compases de un ciclo de endurecimiento monetario.
Esta vez podría ser distinto, ya que la Fed intenta proceder de manera muy disciplinada. No obstante, aunque no adoptamos una visión muy bajista para las perspectivas a corto plazo, creemos que sobran los motivos para reducir los riesgos en las carteras de inversión.