La vida privada, materia de convenio
Imagine, por un momento, que es posible el equilibrio. Que mantiene una justa proporción de su vida laboral y privada y que su empresa se vanagloria por ello. Que la consabida conciliación de la vida profesional y personal deja de ser un eslogan y arraiga con fuerza en el mundo de las relaciones laborales y que eso engrasa la maquinaria empresarial, hace crecer productividad y resultados, y el interés de empresarios y trabajadores confluye.
Despierte. La realidad se rebela todavía en contra de este oasis de entendimiento y los avances hacia el equilibrio entre trabajo y vida privada en España son casi una anécdota. Todavía en muchos ámbitos profesionales, los horarios se prolongan más allá de las jornadas legales, prima la cultura de la presencia frente a los resultados, se organiza poco y mal el tiempo de trabajo y el estrés es epidemia.
Pese a todo, los propios sindicatos reconocen que la cultura empresarial está cambiando y 'los temas de conciliación han dejado, al menos, de ser tabú entre las organizaciones', según Dolores Liceras, secretaria confederal de Empleo de Comisiones Obreras. 'Es un buen momento para mejorar las cosas a través de la negociación colectiva', asegura.
Las políticas para la conciliación siguen teniendo como sujeto a las mujeres
Hasta ahora, el tratamiento de la conciliación de la vida laboral y familiar en los miles de convenios que se negocian cada año es casi marginal y prácticamente se limita a la atención de la maternidad y la infancia, sin que se aprovechen las oportunidades de actuación que brinda este instrumento, por su flexibilidad y adaptabilidad a cada sector y empresa, en cuanto a ordenación de tiempo de trabajo.
En un documento aprobado por CEOE, Cepyme, CC OO y UGT, en el que se recopilan ejemplos extraídos de convenios colectivos de todo tipo de sectores, con el fin de elaborar un listado de 'buenas prácticas', la mayoría de las cláusulas sobre conciliación de vida familiar y laboral se centran en la regulación de permisos, excedencias y otras ayudas vinculadas a la maternidad, paternidad y otras responsabilidades familiares.
Los permisos retribuidos vinculados al cuidado de hijos es una de las materias más comunes. Hay casos de convenios en los que se recogen ayudas económicas para sufragar gastos de guardería, transporte escolar y gastos sanitarios de familiares.
Sin embargo, hay una ausencia clara de tratamiento del tiempo de trabajo y de la organización flexible a los intereses de los trabajadores. Sólo el 6% de los hombres y el 5% de las mujeres tiene horario flexible a la entrada y salida del trabajo, según los sindicatos.
Otro de los grandes déficit es el tratamiento de los casos de empleados con personas mayores a su cargo. En general, los convenios tienen en cuenta a los hijos para la regulación de los permisos, pero no a otras personas dependientes, pese al envejecimiento de la población. Además, las políticas de conciliación siguen teniendo como sujeto casi en exclusiva a las mujeres, que son las que hacen uso de estos derechos.
'El hecho de que no sean demandas compartidas entre hombres y mujeres hace más difícil su consecución', se queja Dolores Liceras. En 2002, sólo el 1,4% de los hombres se acogió a permisos parentales y un escaso 3,8% pidió una excedencia para el cuidado de los hijos.
Ejemplos sobre el papel
Los siguientes son tres ejemplos extraídos del análisis de convenios colectivos de distintos sectores que los sindicatos ponen como muestra de buenas prácticas en la negociación colectiva.HorariosLos trabajadores con hijos menores de tres años de edad tendrán derecho de preferencia sobre nuevas contrataciones en la elección de turno de horario de trabajo (...)'ExcedenciasLos trabajadores tendrán derecho a un periodo de excedencia no superior a tres años, para atender el cuidado de cada hijo, a contar desde la fecha de nacimiento de éste. Podrá disfrutarla el padre o la madre y dará derecho a la reserva del puesto de trabajo y a que se compute a efectos de antigüedad el periodo de duración de la misma'.CuidadosEl personal afectado por cuidado de hijos o personas dependientes podrá solicitar reducción de jornada hasta un 50%, con disminución de las retribuciones en el mismo porcentaje'.
¿Cambio de cultura empresarial?
Pese a que la realidad indica que los avances en la conciliación son mínimos, el debate sobre la necesidad de modificar la situación es cada vez más intenso y, muchas veces, surge de las propias organizaciones de directivos y escuelas de negocios.La Asociación Española de Directivos (AED) organizó recientemente unas jornadas en las que un experto en recursos humanos como Enrique Llano, socio director de KPMG, reconoció que 'la sensibilidad del empresario es creciente, porque se asume que esta falta de equilibrio afecta cada vez más a las empresas en pérdida de capital humano'. La mejora de la gestión del tiempo de trabajo empieza a ser, así, prioridad de los departamentos de recursos humanos, que incorporan entre sus buenas prácticas el cumplimiento de indicadores de empresas social y familiarmente responsables.'La conciliación tiene un ámbito institucional y empresarial, pero para que no sólo sea una moda, sino una realidad, tiene que haber un cambio muy profundo en el ámbito personal', explica Pilar Gómez-Acebo, presidenta de la Federación de Mujeres Directivas.'Quizá estamos aturdidos y no tenemos claro cuál es el verdadero sentido del éxito', reflexiona Tomás Pereda, de Iberdrola.