La película más íntima de Almodóvar
Pedro Almodóvar siente debilidad por 'los personajes que empeñan su corazón por lo que desean y toman riesgos en los que se les puede ir la vida'. La mala educación, su última película que se estrenará el próximo viernes, es un paso adelante en la línea que el director manchego comenzó a trazar en Todo sobre mi madre (1999) y después, en Hable con ella (2001), según reconoció ayer en Madrid. 'Soy consciente del cambio en mis tres últimas películas', aseguró, 'y me gusta'. Otro ritmo, otro tono 'más triste y grave'.
'Tenía que hacer La mala educación, tenía que quitármela de encima antes de que se convirtiera en una obsesión'. Diez años estuvo Almodóvar 'manoseando' el guión de esta película que abrirá, el próximo 12 de mayo, el festival de Cannes. 'Será la primera vez que un director español tenga ese privilegio', dijo orgulloso.
La mala educación es un film noir, un thriller pero 'sin gángsters ni tiros, la intriga viene de los más profundo del corazón'. Su referencia al cine negro está 'desde las sotanas de los curas hasta los sentimientos de los personajes y la fatalidad de sus vidas', explicó Almodóvar.
La película tiene hasta su propia femme fatale, encarnada por el personaje de Gael García Bernal, que manipula y engaña a los que interpretan Fele Martínez y Lluis Homar.
Las referencias explícitas a películas del género, como La bête humaine, de Renoir, y Thérèse Raquin de Marcel Carné, completan el homenaje. Sara Montiel es también homenajeada en la película como 'el icono gay que fue en películas como Esa mujer', indicó.
'Es íntima, no autobiográfica, aunque tome muchos elementos de mi infancia y mi juventud', aclara el director ganador de un Oscar y un Globo de Oro al Mejor Guión Original por Hable con ella.
La película sucede, en su mayor parte, entre un colegio de curas de los años 60 y el ambiente de la movida, a principios de los ochenta. 'Dos periodos opuestos, el primero de represión y el segundo de libertad'. Dos momentos que definieron a Almodóvar intensamente, como él mismo reconoció. Su vida está empapada de las circunstancias y vivencias que refleja La mala educación, una película que 'no es exactamente biográfica aunque esté retratado por completo'.
Abusos, pasiones y represiones. El director centra su mirada en el desarrollo personal de dos niños y 'cómo este se puede ver sesgado por una mala educación'. No es una película sobre la pedofilia, según Almodóvar, aunque la denuncia. El último trabajo del director trata 'de lo que no se habla pero que existe'.
La ley del deseo está en La mala educación. La escena de la película de 1986 en la que Carmen Maura, que interpretaba a un transexual, entra en la capilla del colegio donde se crió es el punto de partida de último trabajo del director manchego. 'Las dos hablan del precio que hay que pagar por los deseos, y yo veo lícito lanzarse y arriesgarse'.
¿Humor? Poco y centrado en el personaje que interpreta Javier Cámara, la Paca. Almodóvar declaró que está trabajando en varios guiones cómicos. 'Me gustaría volver a hacer comedia', declaró, y adelantó que su vuelta al género será con actores mexicanos por su 'sonoridad tan graciosa'. El tono dramático de La mala educación hizo a Gael García Bernal y Daniel Giménez Cacho entrenar hasta abandonar su acento.
'Hemos vuelto a la democracia'
Pedro Almodóvar reconoció ayer estar 'feliz por la vuelta de la democracia, después de los años de oscuridad de gobierno del PP'. El director manchego mostró su indignación ante 'el secuestro de la información' que, según él, ha llevado a cabo el gobierno desde el atentado del 11-M hasta el día de las elecciones. 'Hemos pagado un alto precio por el cambio', afirmó durante la presentación de La mala educación, y 'un alto precio también por entrar en una guerra que no decidimos', aseguró. 'Lo mínimo que un ciudadano debe tener es la información para reflexionar y poder votar', dijo indignado. Almodóvar estuvo el pasado sábado en la concentración enfrente de la sede del PP en Génova 'reclamando la verdad'. El director y el elenco de la película llamaron al optimismo, sin olvidarse de pedir al PSOE 'el regreso de las tropas españolas de Irak'.