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Activos

La titulización, más cerca del inversor particular

Es un ejemplo de lo que la ingeniería financiera puede hacer para engrasar la marcha de las empresas. El mercado de la titulización de activos ha vivido un despegue particularmente intenso en España en los últimos años. A tal punto que en 2003 ya fue, por volumen, el segundo de Europa, por detrás de Alemania.

A grandes rasgos, la titulización consiste en transformar créditos, cuentas a cobrar o cualquier tipo de activo susceptible de generar ingresos presentes o futuros en títulos o valores negociables. La empresa o entidad de crédito que necesita financiación cede estos derechos a un fondo, el vehículo o instrumento de titulización, que los lanza al mercado.

Julio Alcántara, director general adjunto de AIAF (Mercado de Renta Fija) asegura que 'está siendo la fórmula estrella' de la deuda fija privada y se muestra convencido de que 'los crecimientos actuales se multiplicarán en los próximos años'. Su éxito fulgurante es fácil de cuantificar: en sólo cinco años, las nuevas emisiones se han multiplicado por seis, de 6.261 millones de euros a los 36.422 millones que se lanzaron al mercado en 2003. Así, el saldo vivo de estos bonos ha pasado en cinco años de 9.986 millones a 67.441 millones. Sólo en 2003 creció un 83% y en los dos primeros meses de 2004 ya se han emitido otros 5.800 millones, con lo que el saldo global, menos los vencimientos, superaba al terminar febrero 72.300 millones de euros. Y crece día a día.

El mercado espera que el Gobierno acabe pronto con los flecos legislativos que impiden que esta fórmula alcance su plena madurez en España

El voraz apetito que han despertado los bonos titulizados (con calificación triple A), entre los inversores institucionales, sobre todo en fondos de inversión alemanes y franceses, explica esta evolución. Pero, al mismo tiempo, la facilidad con la que a día de hoy se colocan las emisiones retrasa lo que será su definitivo despegue en España: su colocación entre los particulares.

José Antonio Olavarrieta, presidente de Ahorro y Titulización, la gestora de las cajas de ahorros y la mayor de España, tanto por número de emisiones como por volumen, subraya que 'en la medida en que esta fórmula se abra al público, las posibilidades de crecimiento son inmensas y cada vez habrá más activos titulizables'.

El problema es que las entidades financieras, principales emisoras, además del canal fundamental de intermediación entre los ahorradores y los mercados 'no se han esforzado todavía en hacer la labor didáctica necesaria para que el producto llegue al inversor', reconoce Olavarrieta. A pesar de la maduración de la deuda privada y de la mayor cultura financiera tanto de los inversores españoles como de las propias compañías, 'mientras siga fuerte la demanda de institucionales es difícil que las entidades financieras dediquen recursos y tiempo para hacer una colocación entre minoristas', explica Alcántara. 'El producto no es tan simple como un bono y requiere cierta labor didáctica', afirma. Pero el horizonte 'no está muy lejano'.

De hecho, la propia gestora Ahorro y Titulización, prepara una colocación entre particulares, aunque su presidente reconoce que 'el diseño de la operación es más complicado y no se hará a corto plazo'.

Pero además de la falta de cultura titulizadora en España en cuanto a la gama de activos titulizables, la ausencia de emisiones para minoristas esconde, también, ciertas trabas legales o fiscales y falta de armonización en la regulación financiera europea, según se reconocía recientemente en un estudio del Banco de España. La distinta tributación y sujeción a retención a cuenta aplicable a los rendimientos de capital mobiliario que suponen los bonos de titulización, frente al tratamiento más favorable de las ganancias y pérdidas de los fondos de inversión merma, sin duda, las posibilidades de la demanda de minoristas. El mercado espera que el Gobierno remedie estas trabas y acabe con los flecos legislativos que impidan que esta fórmula alcance su plena madurez en España.

Un abanico lleno de posibilidades

El cantante Sting ha titulizado en alguna ocasión los ingresos futuros de sus conciertos. David Bowie o Rod Stewart vendieron los derechos de sus canciones. Hay museos europeos que han puesto en el mercado títulos avalados por los futuros ingresos de taquilla y los clubes de fútbol españoles están estudiando esta técnica para mejorar su financiación con los ingresos de las quinielas. Y es que todos los activos que generen un flujo de caja que sea de algún modo cuantificable se pueden titulizar. En España, de momento, las emisiones se reducen a los activos con menores riesgos originales, sobre todo, los que cuentan con garantía hipotecaria. Pero poco a poco se abre el abanico y se van incorporando otros activos no hipotecarios de mayor riesgo crediticio como los créditos al consumo, los de pymes y hasta las cuotas por compras de automóviles.Aunque el grueso de las emisiones las hacen las entidades financieras, para las que las titulizaciones son, además, un modo de gestión de balance y de los recursos propios, compañías como Unión Fenosa o Dragados han hecho operaciones considerables. La eléctrica ha titulizado los ingresos de los recibos de la luz y la constructora las certificaciones de obras.En todo caso, las cajas de ahorros han sido los emisores más activos. Del total de todo lo emitido en 2003, un 33% correspondió a las cajas, a través de Ahorro y Titulización, con un saldo vivo de 23.000 millones de euros y un crecimiento del 112% entre 2002 y 2003.La titulización abre un mundo de posibilidades infinitas, y según los expertos, quedan muchos campos por explotar, entre ellos, el de la financiación de las infraestructuras, como autopistas.

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