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Derivados

Vuelve la oferta de garantizados

Hemos visto durante varios años cómo ha bajado tanto la calidad como la cantidad de la oferta de productos garantizados. Las razones eran sencillas, los tipos de la renta fija son muy bajos y dejan muy poco margen para invertir en opciones y, por otra parte, las opciones eran muy caras, ya que la volatilidad de los mercados estaba muy alta. Algo ha empezado a cambiar y vemos cómo está volviendo una oferta competitiva de productos garantizados.

Un producto garantizado ofrece protección del capital y, a la vez, ofrece la posibilidad de participar en una revalorización del mercado. Se pueden vender a través de certificados de depósitos y a través de fondos, pero una vez entendido su funcionamiento también uno mismo puede construirse a medida una estructura sencilla.

Por ejemplo, un 100% más 50% de la subida de un índice es una estructura que, a vencimiento, da el 100% del capital invertido y el 50% de la subida de un valor determinado. Si el valor sobre el que se construye el garantizado no sube si no que baja, el inversor no pierde dinero ya que siempre recuperará el 100% de su inversión. Una estructura 100% más 50% de la subida del Ibex a un año está dando el 50% de la subida que el Ibex experimente en ese periodo. Si el Ibex sube 2.000 puntos (2.000 puntos por 10 euros por punto son 20.000 euros), con el garantizado estará ganando 10.000 euros. Se obtiene menor subida pero a cambio no se corre el riesgo de perder dinero. Una estructura de este tipo se puede construir invirtiendo en renta fija la mayoría del dinero (de forma que, en un plazo dado, se recupere el principal de la inversión) y el resto del dinero que deja libre los intereses se invierte en opciones de compra o call.

La clave es aprovechar el margen que deja la renta fija y el precio que cuestan las opciones. Si la volatilidad es alta, no hay mucho potencial de revalorización

Aquí es donde aparece el quid de la cuestión, en el margen que nos deja la renta fija y en el precio que nos cuestan las opciones. Cuando la volatilidad es alta, las calls son caras, esto unido al poco margen que nos deja la renta fija hace que no podamos ofrecer mucho potencial de revalorización. Por ejemplo, durante 2002 la volatilidad del Ibex 35 fue del 25% aproximadamente, lo que quiere decir que una call de tipo europeo a cinco años nos hubiera costado un 23%. Con unos tipos de interés al 3%, el margen para invertir en opciones era del 13,7%, lo que implicaba que solo podíamos comprar 0,55 opciones, o el 55% de las opciones necesarias para dar toda la subida del Ibex (y esto sin tener en cuenta las comisiones). El resultado era que a cinco años lo máximo que se conseguía era el ofrecer ese producto del 100% más 50% o del 100% más 55%.

Pero la volatilidad ha estado cayendo drásticamente durante 2003, incluso situándose en determinados momentos por debajo del 9%. Si valoramos una call de tipo europeo a cinco años con una volatilidad del 10%, nos encontramos con un precio del 11,6%, bastante inferior al escenario anterior. Incluso si los tipos de interés no han cambiado y siguen estando en el entorno del 3%, ahora el margen proporcionado es del 13,7%, que nos resulta suficiente para comprar las opciones (incluso hay un margen para comisiones). No es de extrañar, pues, que empecemos a ver en el mercado productos que nos ofrecen cosas tan atractivas como el 100% más 100%, que fueron comunes a finales de los noventa cuando aún los tipos de interés no estaban tan bajos, pero que hemos dejado de ver durante los tres años pasados.

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