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CincoSentidos

En auxilio de la 'generación sándwich'

Viven en equilibrio inestable. Son trabajadores entre 40 y 55 años que hacen auténticos malabares para cumplir con sus obligaciones laborales sin desatender las familiares. Por cuestiones sociodemográficas, son cada vez más los que no sólo tienen que cuidar de sus hijos, sino de sus padres. Forman lo que se conoce como generación sándwich y la presión que sienten de sus empresas, por un lado, y de sus familias, por otro, les provoca una situación de estrés, con graves consecuencias en su calidad de vida y rendimiento laboral.

Tradicionalmente, el cuidado de niños y mayores estaba a cargo de las mujeres. Pero su entrada masiva al mercado laboral ha cambiado radicalmente el panorama, sin que el Estado ni las empresas hayan reaccionado para estar a la altura de la situación. En España trabajan los dos miembros del 42% de parejas sin hijos y el 43,7% de parejas con hijos, según datos de Eurostat.

De momento, la familia sigue siendo la mejor estructura de solidaridad entre generaciones y buena parte del cuidado de los niños recae todavía en las abuelas. Pero, ¿y cuando las abuelas también demandan cuidados?

Las empresas consideran que solucionar los problemas de sus empleados no es ámbito de su responsabilidad

Nuria Chinchilla, profesora de dirección de personas en las organizaciones del IESE y experta en políticas de conciliación trabajo y familia, asegura que 'la estructuración del trabajo en la mayoría de las empresas sigue diseñada, como históricamente, para varones, con horarios de trabajo que son incompatibles con las necesidades de cuidar a niños o mayores dependientes'.

El Estado tampoco ayuda, y menos en España. Un estudio del Instituto de Estudios Fiscales publicado en 2003 indica que sólo el 2% de los niños de 0 a 3 años tienen plazas en guarderías financiadas por el sector público, frente al 50% en Alemania, el 48% de Dinamarca o el 33% de Suecia. En esta misma línea, el porcentaje de personas mayores de 65 años atendidas por instituciones públicas se sitúa en el 2,8%, mientras que en Holanda alcanza el 10%, en Finlandia, el 7,2% y en Noruega, el 7,1%.

Además, las empresas consideran que solucionar los problemas personales de sus empleados no es ámbito de su responsabilidad, y aunque hay cada vez más empresarios sensibles a la necesidad de aplicar políticas de flexibilidad, el incremento de la competencia y la hiperexigencia de productividad hace que generalmente todo se quede en buenas intenciones.

Francisco Martín Frías, presidente de MRW, una de las pocas compañías españolas con certificación de socialmente responsable, decía recientemente que las empresas deberían presentar tres cuentas de resultados: 'la económica, la social y la mental (en referencia a la satisfacción del empleado)'. Salvo notables excepciones, y aunque la acción social cotiza al alza porque, según asumen las compañías, 'genera valor', la mayoría se preocupa por los números y se olvida del resto. 'Tratar a los empleados como miembros de una familia es el primer signo de ser una empresa socialmente responsable. Hay que empezar por ser familiarmente responsable para ser socialmente responsable', subraya la profesora Chinchilla.

Lo cierto es que el frágil equilibrio entre vida laboral y privada de muchas personas y la falta de respuesta por parte de las Administraciones y las compañías ha animado el nacimiento de iniciativas orientadas a la prestación de servicios de ayuda a las familias y gestión de la vida cotidiana. Más Vida Red y buena parte de los programas de la consultora ICAS surgen precisamente con este enfoque. Por una parte, disminuyen la carga de trabajo de los empleados fuera de la oficina, con lo que liberan tiempo y cansancio, y por otra, dan a la empresa una herramienta para ofrecer a sus empleados servicios cada vez más valorados. Y eso, 'con un coste bajísimo' que el director general de Más Vida Red, Alberto García-Francos, sitúa 'en torno a cuatro euros por empleado al año'.

'Somos una especie de gabinete de crisis de ayuda a las familias' -explica-, 'algo así como un outsourcing de servicios para facilitar la vida diaria'. La compañía, que inició su actividad el año pasado, tiene ya entre sus clientes a Procter & Gamble, Telefónica Data, Universal Picture o Iberdrola Ingeniería, entre otras, y hay muchas posibilidades de próximos contratos en su agenda.

Procedente del mundo de los seguros de salud, García-Francos asegura que la clave reside en 'ofrecer a las empresas un servicio integral para sus empleados'. Lo hacen a través de una red de asesores familiares, formada fundamentalmente por médicos, psicólogos, abogados, trabajadores sociales, fisoterapeutas, profesores de apoyo, etc., que facilitan a los trabajadores la resolución de cualquier problema de la vida cotidiana, con lo que rebajan su estrés y reducen el absentismo.

María Cervera, directora de programas y vicepresidenta de la consultora de recursos humanos ICAS, hace hincapié en la prevención de riesgos psicosociales. 'Con nuestros programas de apoyo al empleado resolvemos cuestiones personales y de la vida diaria que pueden acabar afectando a la salud, al equilibrio emocional, a la vida familiar o al desempeño profesional de los trabajadores'. AENA, DuPont Ibérica, Fertiberia u OHL forman parte de su clientela.

Servicios para facilitar la vida cotidiana

Empresas como Más Vida Red o la consultora ICAS se encargan precisamente de dar respuesta a estas situaciones. El listado de servicios es amplísimo y va desde la asistencia en domicilio a ancianos, cuidado urgente de niños y todo lo relacionado con el asesoramiento sobre la salud del empleado y sus familiares, hasta asesoría legal, financiera y fiscal, servicios domésticos, servicios de automóvil, fisoterapeutas, animadores o técnicas de relajación.

Debe saber

¦bull; Una empresa tipo de 1.000 empleados con una edad media de 40 años se encuentra con que por cada empleado hay 1,33 familiares mayores de 65 años.¦bull; Por cada dos empleados hay un hijo menor de 10 años.¦bull; Cada niño suele permanecer en cama por catarro 11 días anuales y tiene.¦bull; 100 días de vacaciones, frente a 23 días de los padres.¦bull; En cada una de las mil familias se producen 0,69 ingresos hospitalarios al año (con una duración media de nueve días).¦bull; El 28% de la plantilla sufre estrés.

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