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CincoSentidos

Baños de vino para la salud y la imagen

Vino tinto y blanco, cava y aceite de semilla de uva son algunos de los frutos utilizados en los centros que basan en la vinoterapia sus tratamientos para los más diversos fines, desde los estéticos a los curativos.

Aunque las propiedades del consumo moderado del vino han sido destacadas por médicos de todas las latitudes desde hace años, la posibilidad de utilizarlo en baños, circuitos termales o como tratamiento de belleza para la piel no está muy extendida. Ya son varios los centros, algunos ubicados en España y Francia, que se han acogido a esta técnica, que tiene su origen en las costas más cálidas de Estados Unidos.

En el norte de Cataluña, cerca de Figueras, se encuentra uno de los balnearios calificados como wine spa, el Hotel Perelada, que tiene además sus propios viñedos. La base de las terapias de este peculiar establecimiento es la utilización de los productos de las viñas para mejorar la salud y el aspecto o para combatir la ansiedad y el estrés. Los tratamientos de este centro, que como hotel cuenta con cinco estrellas, están indicados para combatir el estrés y la fatiga, para remodelar el cuerpo y para recuperar la energía vital.

En los programas se usa el merlot (tinto) y el muscat (blanco) en los tratamientos de hidromasaje, en los que se echa dos litros de vino en cada bañera. Existe además el circuito wine termas o los chorros subacuáticos, que incluyen siempre productos derivados de la uva, incluido el jabón. El precio de la semana wine spa por persona está entre 1.624 y 1.752 euros.

Y en Francia, cerca de Burdeos, se ubica Caudalíe Spa, considerado el mayor establecimiento de estas características del mundo, que ha desarrollado una línea de cosméticos basados en la uva que, según el centro, 'tiene elevadas propiedades antioxidantes'. En Caudalíe una parte básica de los programas consisten en la inmersión en una gran barril o bañera a la que se le añade vino blanco o rojo, aunque también se puede optar por el masaje sauvignon o por envolverse en vendas previamente sumergidas en una mezcla de vino y miel.

Con el programa de relajación se intenta combatir el estrés y el insomnio, mientras que existen otros regímenes que están enfocados a purificar el cuerpo, a reducir la celulitis y perder peso (con una duración de alrededor de seis días) o a mejorar la circulación.

Estos tratamientos, pese a la esmerada elaboración de los programas, parecen más destinados al deseo de mimarse o al capricho, aunque no es ésa la opinión de este centro francés. Al disfrute hay que añadir, se señala, la cuidada investigación de las propiedades específicas de cada uno de ellos.

El baño de vino rojo, por ejemplo, es un hidromasaje en el que se usa agua termal a la que se añade el vino, lo que en conjunto es beneficioso para la circulación sanguínea. Sus tarifas en el año que acaba de concluir iban desde los 504 euros del special vintage, con tres jornadas de duración, a los 900 euros por seis días en un programa de adelgazamiento.

El mejor antioxidante

La vinoterapia de los wine spa incluye el consumo de productos derivados de la uva como bebida, incluido el vino, en sus diversos tratamientos, entre ellos el que tiene como objetivo la mejora del estado de la piel. Según estos centros, en los que asimismo se aportan opiniones de diversos médicos, el efecto de sus polifenoles reduce el envejecimiento cutáneo. También destacan que el vino es un poderoso antioxidante, por lo que ejerce un papel preventivo de algunas enfermedades y contra el deterioro físico. Y en el Hotel Perelada, en el que los tratamientos son personalizados, se afirma que con ellos se estimula igualmente la producción de colágeno, mientras que las lociones con extractos de uva ayudan a eliminar líquidos.

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