Ahold prevé que la venta de sus tiendas se prolongue hasta el verano
La desinversión de Ahold en el mercado español requerirá varios meses, al menos hasta el verano de 2004, según la dirección de la filial explicó ayer a los sindicatos. En la reunión que la cúpula directiva de Ahold España mantuvo con los representantes de los trabajadores, principalmente CC OO y UGT, se explicó que aunque prevén empezar a recibir ofertas de compra en breve plazo, las negociaciones para la venta de todos los activos se prolongarán durante varios meses. 'La dirección de la empresa no espera que cuaje ninguna operación antes del próximo verano', aseguró a este diario un representante sindical. La compañía, por su parte, no quiso hacer ningún tipo de comentario.
En este primer contacto, al que seguirán otros, asistieron el consejero delegado de la filial, Gerard van Breen, y el director de recursos humanos, Andrés Vega, así como dos representantes de UGT y otros dos de CC OO.
Fuentes sindicales también señalaron que en esta reunión, a la que calificaron de 'poco productiva, como preveíamos', la dirección de la empresa aseguró que tiene intención de vender todos sus activos en España pero que, en caso de que no consiguiera este propósito, seguiría con la actividad de aquellos establecimientos que no hubiera vendido.
Una de las principales preocupaciones de los sindicatos era la posibilidad de que se troceara el grupo con el fin de facilitar la venta, sin embargo, fuentes de Ahold comentaron que se va a intentar vender el paquete entero. La empresa cuenta con 625 tiendas de las marcas Supersol (supermercados), Netto (tiendas de conveniencia para turistas), Hipersol (hipermercados en la Península), Hiperdino (hípermercados en Canarias) y Cash Diplo (almacenes para mayoristas).
Los sindicatos han pedido a la empresa la creación de una comisión de seguimiento de todo el proceso desinversor, algo que la filial española no ha podido responder de momento ya que debe obtener antes el visto bueno de la matriz holandesa. Las pautas de información que marca el órgano regulador a las sociedades cotizadas podría dificultar la creación de esta comisión y, sobre todo, la incorporación a la misma de representantes de los trabajadores. No obstante, los sindicatos confían en que finalmente se pueda llevar a cabo.
Una de las exigencias que han elevado a la empresa es que se mantengan todos los puestos de trabajo y las condiciones actuales de los empleados, tanto durante el proceso negociador como una vez que se hayan vendido los activos a otra compañía. El grupo tiene en España 14.200 empleados. La empresa ha prometido velar por ellos.
La intención de Ahold es mantener todos los compromisos comerciales y con proveedores hasta el momento de su venta. 'La filial española seguirá funcionando igual que ahora hasta que se produzca la venta', matizaron fuentes sindicales tras la reunión mantenida con la cúpula directiva.
La desinversión en España obedece a la necesidad de liquidez para hacer frente a la deuda de 10.870 millones que tiene la multinacional holandesa inmersa en un escándalo financiero desvelado el pasado mes de febrero. Ahold prevé ingresar unos 5.000 millones de euros entre las desinversiones que realizará (incluidos sus negocios en suelo español) y una ampliación de capital que llevará a cabo.
La compañía cree que no tendrá problemas para encontrar comprador a sus activos en España ya que se trata de 'una sociedad saneada' y que genera beneficios, aunque se ha decidido su venta porque no se prevé que alcance el liderazgo en los próximos tres o cuatro años.