El destape de los inversores de seguros del Lloyd's
Los names de Lloyd's suelen ser personas con grandes fortunas personales o miembros de la aristocracia terrateniente. Entre los nombres figuran el Duque de St. Albans, el aristócrata lord Valentine Cecil, el príncipe alemán Ludwig von Baden, la científica Mary Archer, el futbolista del West Ham United Trevor Brooking o el empresario Sir Christopher Lawson. El peso de sus fortunas, sin embargo, ha ido en declive en los últimos años. Catástrofes naturales, como huracanes y terremotos, provocaron que centenares de los names perdieran sus fortunas e incluso sus casas. Hasta la fecha, una treintena de ellos han optado por el suicidio.
Todos los names de Lloyd's pertenecen a un sindicato, o grupo inversor, con responsabilidad ilimitada de siniestralidad. Generalmente se les exige una inversión inicial de 250.000 libras (350.000 euros). El sindicato está facultado a embargar no sólo los fondos invertidos, sino los hogares, los coches y otros activos de los names.
Lloyd's, el mercado de reaseguros más antiguo del mundo, nació en 1688 en el café londinense de Edward Lloyd, donde los brokers y los agentes de seguros marítimos solían acudir a cambiar noticias del comercio de alta mar. Las relaciones entre Lloyd's y sus names siempre se han caracterizado por cierta tirantez. Debido a la falta de transparencia del sistema de contabilidad de Lloyd's, antes de la reforma iniciada a principios de los noventa resultaba casi imposible que un Name supiese qué porcentaje del beneficio le correspondía al final del ejercicio fiscal. Según Sunday Times, la lista fue filtrada por 'un ejecutivo desafecto de la City que se enfrenta con la ruina tras una serie de crisis, entre ellas los ataques terroristas del 11-S'.
'Cualquier abuso de confianza será investigado por Lloyd's', dijo un portavoz del mercado de reaseguros. 'Nuestro Libro Azul está a la disposición de los names, pero sólo para su uso personal'. Lloyd's volvió a los números negros el pasado año, con un beneficio de 1.170 millones de euros, su primer resultado positivo desde 1996. La vuelta a la rentabilidad obedece al incremento de las primas tras el 11-S y a una ralentización de la siniestralidad. El año anterior Lloyd's registró pérdidas por 4.354 millones de euros, resultante de un año negro de catástrofes, desde las Torres Gemelas hasta el desastre de la plataforma petrolífera de Petrobras, el ataque terrorista al aeropuerto de Colombo o la explosión de una refinería francesa de Toulouse.
Los analistas prevén una continuidad en la tendencia alcista de las primas. En los últimos dos años, la cobertura para riesgos de la aviación ha experimentado una subida de al menos un 90%, con un aumento de los de propiedad del 60% y de los riesgos generales de un 30%. Además, la salida del mercado de algunas aseguradoras tras el 11-S reforzó la subida.
Lloyd's surgió hace más de 300 años cuando los 'brokers' y los agentes de seguros marítimos intercambiaban noticias del comercio de alta mar