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Puma adelanta a Nike y Adidas con su moda deportiva

Jeanne Po acaba de comprar su tercer par de zapatillas deportivas en cuatro meses en la calle Newbury de Boston. Son de color azul cielo con lazos naranja y una franja que se ensancha a un lado de cada zapatilla de la marca Puma. Cuestan 68 dólares (59 euros), aunque otros modelos pueden llegar a costar el doble. El enfoque en moda deportiva ha ayudado a Puma a ganarse clientes, ha multiplicado por 20 los beneficios en cuatro años y ha triplicado las ventas hasta los 910 millones de euros.

Jochen Zeitz, responsable ejecutivo del grupo, que introdujo a Puma en el mundo de la moda mediante alianzas con la modelo Christy Turlington y diseñadores como Jil Sander y Xuly Bet, prevé que las ventas subirán más del 40% este año, excluyendo las fluctuaciones de la moneda. Es un dato muy alejado de sus competidores. Nike, el mayor fabricante de zapatillas deportivas, prevé un crecimiento de ventas inferior al 10%, y Adidas, en el segundo puesto mundial, calcula un aumento de ventas del 5% para este ejercicio.

Adidas y Puma nacieron en Alemania en los años cuarenta después de que los hermanos Adolf y Rudolf Dassler chocaran en cuanto a la estrategia para la empresa de calzado que fundaron en 1924. Adolf Adi Dassler unió su nombre a una de las empresas -de ahí Adidas-, mientras que su hermano se decantó por el logotipo de un estilizado gato salvaje, más exactamente, un puma.

Como parte de su campaña para distinguirse de sus rivales, hoy Puma patrocina a grupos de deportistas alternativos como la Asociación Olímpica Jamaicana y el equipo de fútbol de Camerún, además de estrellas como la jugadora de tenis estadounidense Serena Williams y el equipo nacional de fútbol italiano. 'Jamaica es música, es diversión, un estilo de vida magnífico y hay atletas extraordinarios', dijo Zeitz. 'Nike es el ganador y se lo lleva todo... Esa no es nuestra postura. Ganar es importante, pero no lo es todo al final de cuentas, tienes que divertirte con lo que haces'. La estrategia ha dado sus frutos. Los ingresos netos de Puma, que ayer anunció su intención de aumentar en un 2% su autocartera, incrementaron más del 100% el año pasado, hasta los 84,9 millones de euros. Mientras que los beneficios de Nike caían un 29%.

Nike se expandió en el mercado con zapatillas para uso diario y no sólo en las canchas, con la compra de Converse, fabricante de las botas de lona All Stars, por 262 millones de euros, el pasado julio. También compró la empresa de prendas de surf y de patinaje Hurly International el año pasado. 'Uno de nuestros competidores, Puma, está haciendo un buen trabajo'' con las zapatillas de uso diario, dijo Eric Sprunk, vicedirector de Nike de calzado general, ante analistas financieros en una reunión la semana pasada. 'Es una oportunidad para nosotros, deberíamos tener una parte mayor del negocio''.

'Nike no tiene la misma imagen retro y de estilo de vida de Puma', afirma un experto de de M&G Limited. Para algunos analistas el mayor riesgo es, precisamente, que se ponga de moda otra tendencia, eclipsando el estilo retro de los zapatos y ropas de Puma. Pero no sería el primer tropezón de la compañía del felino. Puma ya cayó en desgracia en los años ochenta, cuando perdió el tren de las zapatillas deportivas de alta tecnología, hi-tech, ya que los adolescentes en Estados Unidos preferían comprar los Air Jordan, de Nike, avalados por el astro del baloncesto, y dejaban los Puma en el armario. Aquello llevó a Puma a sufrir pérdidas por primera vez. La duda está ahora en saber si Puma ha alcanzado su cota más alta. De lo que no hay duda es de que la carrera continúa.

'Ganar es importante, pero no lo es todo; tienes que divertirte con lo que haces', dice Jochen Zeitz, responsable ejecutivo de Puma

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