_
_
_
_
_
Cinco Sentidos

Así se gestó el ajedrez de Dalí de Cinco Días

En agosto de 2002 se conoce que en 2004 va a tomar protagonismo la figura de Salvador Dalí, que celebraría para entonces el centenario de su nacimiento. En Cinco Días se empieza a trabajar la idea promocional de ofrecer -de forma gratuita- entregas relacionadas con artistas.

Posteriormente surge la idea de un ajedrez basado en un artista reconocido. Se busca algún pintor o escultor cuya obra pudiera ser plasmada en las piezas de este juego universal. Tras varios análisis se acotan tres posibilidades: Salvador Dalí, Eduardo Chillida y Fernando Botero. Salvador Dalí fue el preferido por varias razones: su universalidad, que su obra gustaba más y, por supuesto, el año Dalí 2004.

En septiembre de 2002 se produce la primera reunión con la Fundación Gala-Salvador Dalí, en Figueres, con el gerente, Joan Manuel Sevillano.

En esta primera reunión, cuando se le expone la idea, Sevillano objetó que gran parte de la obra del artista estaba en manos de terceras personas, incluso fuera de España, y que su fundación estaba invirtiendo grandes cantidades de dinero para recuperarla. Otra dificultad añadida se deriva de que la fundación mantiene un acuerdo con la sociedad Vegap (Visual de Gestión de Artistas Plásticos), lo que obligó a Cinco Días a negociar a tres bandas.

En cualquier caso, la fundación acogió bien la propuesta y tocaba entonces ser creativos y trabajarla. Tras varias reuniones se bocetan las piezas en función de las obras de Dalí que se podían reproducir. Se intentó hacer lo que Dalí nunca hizo: un ajedrez.

El diseño se realiza en octubre de 2002 conjuntamente con Cartoon, empresa de diseño que hace los primeros bocetos en dos dimensiones.

A finales de ese mes se viaja a Hong Kong con la intención de buscar el material con el que finalmente se producirían. El objetivo era un material maleable (como el plástico), pero con peso.

En la Feria Toys and Gifts, que anualmente se celebra en Hong Kong, se encontró lo que se pretendía. Se trataba de una empresa china llamada LP&P que produce ajedreces y que usa un material de polirresina de plástico al que insertan metal. Otra ventaja a favor del fabricante chino fue que, además de este material de resina de plástico metalizada para fabricar las piezas, era capaz de suministrar desde sus factorías el tablero de ajedrez.

Tras dos reuniones más con Vegap y con la propia fundación, se cerró el acuerdo. Se aprobó la obra con la que se configuraría las seis piezas de que consta el juego del ajedrez. Así, el peón sale de los relojes blandos; el alfil de la sala Mae West; la torre de la Torre Galatea; la dama del maniquí de vestido de Gala, el rey del maniquí de atuendo típico de Dalí y, por último, el caballo del elefante con patas de insecto.

Estos diseños son enviados a LP&P, que tras tres semanas remiten a Madrid las primeras muestras hechas en jabón para recibir el visto bueno.

Una vez chequeadas todas conjuntamente con la fundación, se aprobó el pedido y dio comienzo la producción. Se firmó el contrato con la importadora, Target 2000, con la inclusión de una cláusula que certifica que no se utilizaría mano de obra infantil y que la fábrica (LP&P) cumple todos los requisitos de calidad necesarios. En este caso, además, tienen la ISO 9002.

Finalmente, en julio de este año la producción está casi acabada, con lo que tras un segundo viaje a China para ultimar embalajes, aprobar las salidas, firmar albaranes y demás trámites comerciales, se embarca la mercancía. Tras 45 días de travesía, el cargamento arribó al puerto de Valencia y de allí a Madrid en camiones.

Desde China. Un largo y complicado proceso

Las piezas provienen de China, tienen un tiempo de tránsito de 30 a 45 días. Una vez desembarcadas tienen que pasar todos los trámites legales y aduaneros para poder preparar el transporte y traerlos a Madrid.Para transportarlas desde China se utilizaron cinco contenedores para las 10.000 cajas que han ocupado las primeras piezas de ajedrez y los primeros tableros.Las cajas de los tableros, una vez descargadas en almacén, se tienen que identificar con el nuevo logotipo del diario para evitar problemas en la red de ventas (para algunas plazas determinadas), a la vez que se van codificando. Estas cajas se van mandando a los distribuidores locales para facilitar la entrada de nueva mercancía y para proveer a los distribuidores con antelación debido al volumen que supone el transporte y la distribución a la red.Las piezas vienen embuchadas en pequeñas bolsas con una tarjeta explicativa de la confección de la pieza y a qué referencia de Dalí se remite. Estas piezas se han traído en lotes de 25 ejemplares y en cajas de 200 fichas. La opción por paqueterías tan pequeñas se toma para una mejor gestión en las distribuidoras que realizan labores de recogida de cantidades pequeñas para los puntos de venta.Las cajas en las que vienen embaladas cada una de las piezas están codificadas por pieza y color, y referenciadas para poder gestionar las partidas de transporte con una paquetería más ágil.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_