Los fondos de inversión de Estados Unidos, bajo la lupa de los reguladores
El mismo fiscal que hizo agachar la cabeza a la banca de inversión por los análisis engañosos ha dirigido sus pesquisas a los fondos de inversión, donde la connivencia entre hedge funds y gestores tradicionales ha jugado en contra del partícipe.
Lo que empezó como una investigación sobre compras de fondos de inversión fuera de hora se ha convertido en un caso de primera plana. Tanto es así que Merrill Lynch ha demostrado su política de tolerancia cero despidiendo a tres intermediarios salpicados por él. Son los últimos de una lista que supera ya la veintena, y todos ellos operaban con hedge funds de la gestora Millenium, que con un patrimonio de 4.000 millones de dólares es el centro de la investigación de la justicia.
Lo que quiere saber Eliot Spitzer, fiscal general de Nueva York, es si fondos de inversión tradicionales permiten a hedge funds como Millenium operar fuera de hora, es decir, comprar por la noche con precios de la tarde aprovechando, así, las noticias transcurridas en el periodo. 'Es como apostar a las carreras de caballos cuando ya han cruzado la meta', resume Spitzer.
A cambio de permitir a hedge funds como Millenium este tipo de compras, los gestores obtenían jugosas comisiones. Janus, la segunda mayor empresa cotizada de gestión de activos en Estados Unidos, ganó un millón de dólares gracias a comisiones por operaciones fuera de hora. Pero algunos expertos han calculado que la distorsión de precios generada ha costado 400 millones de dólares a los pequeños inversores partícipes de los fondos afectados.
El jueves, el gestor de Millenium Steve Markovitz se declaró culpable de beneficiarse ilegalmente de precios de fondos de inversión. Se ha comprometido a colaborar con la investigación de la justicia, por lo que el escándalo de los fondos puede llegar más allá. La investigación de Spitzer, asimismo, presiona a la SEC, regulador de los mercados de Estados Unidos, para supervisar con mayor rigor la industria de los fondos de inversión de Estados Unidos, que suman un patrimonio total de siete billones de dólares. La fiscalía ha citado a cinco firmas de fondos de inversión diferentes y Salomon, Alliance Capital y Fred Alger, además de Merrill, han despedido empleados.