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Proyecto de directiva

Páginas 'web' de toda Europa echan el cierre contra las patentes de 'software'

La oposición a la Directiva sobre Patentabilidad de las Invenciones Implementadas en Ordenador, popularmente conocida como de patentes de software, vive hoy su jornada crítica. Varias asociaciones vinculadas a la industria de los programas de código abierto han convocado el cierre de "cientos" de páginas web. Y aseguran haberlo logrado aunque no disponen de una cifra concreta. Aseguran que hasta ayer a las 16 horas se habían adherido a la protesta 1.500 sitios de toda la Unión Europea; el aluvión de solicitudes de última hora, según dicen los organizadores, ha colapsado el servidor por lo que desconocen cuántos más se han sumado a la iniciativa.

A ese plante virtual se une la convocatoria de una manifestación en Bruselas que, según afirma en un comunicado la Asociación de Internautas, ha congregado a "un millar" de personas ante la sede del Parlamento Europeo.

Voto del Parlamento

Aunque la batalla contra esta normativa se remonta a más de un año atrás, es en los últimos días cuando está consiguiendo una mayor repercusión. Con ello pretenden hacerse oír justo antes de que el Parlamento Europeo, el próximo día 1, vote el texto de la directiva. Los organizadores son un grupo de presión integrado por los defensores del software libre que tratan de evitar que la Unión Europea regule la patentabilidad de las invenciones en el campo de la informática. Argumentan que ya es suficiente con la protección de los derechos de autor sobre los programas de ordenador, por lo que creen innecesario otorgar patentes en este ámbito. Frente a ellos, la Comisión Europea, autora del texto legislativo, afirma que preservar el código de un programa mediante el copyright no es suficiente porque quedan fuera el resto de invenciones en las que se utiliza un sistema informático. Para estos casos, el Ejecutivo comunitario defiende la idoneidad de las patentes y propone esta directiva para armonizar la legislación en todos los Estados miembros.

Desde Proinnova, la asociación convocante de la protesta en España, Jesús González-Barahona asegura que "esa armonización ya existe" porque el Convenio Europeo de Patentes excluye al software. Esa norma data de 1973, cuando la industria en este sector era casi inexistente y en Estados Unidos se aplicaba la misma política. Pero 30 años después la situación es bien distinta: en varios países de la UE se registran estas invenciones e incluso la Oficina Europea de Patentes (una organización que surge del Convenio Europeo y a la que pertenecen los Quince y varios países más del continente) ya ha otorgado más de 30.000 inscripciones.

En defensa del sector

Tanto quienes se oponen a la directiva como la Comisión esgrimen idéntico argumento: la defensa de la industria del software. Los primeros dicen que un mercado libre de patentes es esencial para que Europa siga produciendo en este sector. Para Bruselas, tener el derecho exclusivo sobre lo inventado (y la correspondiente posibilidad de vender esa innovación) genera riqueza y, con ello, fondos para realizar nuevas investigaciones.

En cualquier caso, no parece factible que la directiva sea retirada, sobre todo porque la mayor parte de las fuerzas políticas coinciden en la necesidad de regular este sector. Lo que posiblemente cambie es el texto propuesto. Las dos comisiones que han analizado el proyecto (la de Industria y la de Cultura) han propuesto varias enmiendas encaminadas, especialmente, a aclarar qué es patentable. Esas sugerencias han sido parcialmente recogidas por la eurodiputada pontente de la directiva, Arlene McCarthy, y no se descarta que los grupos consigan introducir alguna más.

En España, el Ministerio de Ciencia y Tecnología no ha querido comentar la cuestión a preguntas de este periódico por no haber nadie disponible dadas las vacaciones estivales. Quien sí ha valorado la cuestión es el senador socialista Félix Lavilla, que ya trató la cuestión el pasado febrero en la Cámara Alta. En su opinión, la directiva es oportuna, pero reclama que no obstaculice la creación de programas de código abierto ni dificulte el desarrollo del sector.

Modelos y no programas

Existe una gran confusión a la hora de entender qué protege una patente. La Comisión Europea repite de forma insistente que los programas no se pueden proteger mediante este instrumento básico de la propiedad industrial. El código que subyace a una aplicación informática está protegido por los derechos de autor y así lo reconocen todas las legislaciones de la UE; la creación de la patente de software no les afecta en absoluto. En cambio, lo que se pretende salvaguardar ahora son los modelos, las ideas. Cuando se inscribe una patente, lo que se registra es la descripción de un procedimiento (por ejemplo, un sistema de compra online que resultara completamente novedoso) o de un producto (como un ordenador programado de manera inédita hasta la fecha) y no el diseño o el código que lo hace funcionar.

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