BlackRock recomienda subir la exposición a la Bolsa de EE UU, España y Japón
La mayor gestora del mundo es especialmente positiva respecto las perspectivas del Ibex 35
La mayor gestora de activos del planeta pide echar más leña al fuego. BlackRock —con 13,5 billones de dólares (11,6 millones de euros) de activos bajo gestión— recomienda a sus clientes aumentar el riesgo en cartera, incrementando la exposición en Bolsa de Estados Unidos, España y Japón.
Javier García Díaz, responsable de ventas de BlackRock para España y Portugal, detalla en un encuentro con prensa que “estamos pro riesgo, y nuestra visión más positiva es respecto a la renta variable de Estados Unidos, especialmente con exposición a las empresas que van a desarrollar la inteligencia artificial [IA]”. La gestora norteamericana tiene distribuidos en España fondos por valor de más de 50.000 millones de euros, con captaciones netas de 3.800 millones de euros.
El directivo ha recordado que la inversión necesaria para el desarrollo de la IA estará entre cinco y ocho billones de dólares hasta 2030. Tan solo en Estados Unidos. “Esta ingente inversión no solo beneficiará a los hiperscaladores, sino que va a permear a toda la economía, incrementando la productividad un 15% y generando un 1,5% de PIB extra en cinco años".
Para este ingente desarrollo, desde BlackRock reconocen que tendrá que aumentar el nivel de endeudamiento de muchas empresas. “La buena noticia es que hay un grado de apalancamiento muy bajo, por lo que tienen margen para incrementar la deuda”, apunta García Díaz.
Aunque las valoraciones de esos denominados hiperescaladores —Amazon, Alphabet, Meta...— “son muy elevadas”, para los expertos de BlackRock están más que justificadas por la buena evolución de su crecimiento de beneficios, de más del 30% este año. “No creemos que se pueda hablar de una burbuja en la IA”, asegura, frente al criterio de otros gestores, cada vez más preocupados por el sobrecalentamiento del mercado.
Desde BlackRock también apuntan otros segmentos del mundo de la IA donde puede haber potencial, como son las compañías de protección de datos y seguridad informática; las dedicadas a las infraestructuras digitales (como los gestores de centros de datos) y las de energía, por la alta demanda eléctrica que genera la IA.
Apuesta por España
A diferencia de la Bolsa de EE UU, la Bolsa de Europa no merece una recomendación positiva por parte de BlackRock para aumentar su peso en cartera. Con una excepción: España. “Tenemos ahora la visión más constructiva respecto a la renta variable española desde hace mucho tiempo”, apunta el directivo.
Desde la gran gestora, señalan varios factores por los que están tan positivos. “La economía española está creciendo más que la media de la eurozona, tenemos la inflación bajo control en el 2%, hay superávit comercial, el mercado laboral da señales para el optimismo. En el aspecto macro estamos muy bien”, explica Javier García Díaz.
También interesa la composición del Ibex 35. En BlackRock son especialmente favorables a la inversión en bancos, en compañías energéticas, en gestores de servicios públicos... que son precisamente sectores que tienen un peso grande dentro de la Bolsa española.
“Los datos de crecimiento de beneficios de la Bolsa española son muy buenos, pero es que creemos que aún hay potencial alcista y recomendamos a nuestros clientes que sobreponderen la renta variable española”, apunta el directivo.
Lo mismo ocurre con la Bolsa de Japón, que es el otro mercado desarrollado (además de Estados Unidos y España) donde BlackRock recomienda aumentar posiciones. En el caso de la renta variable nipona, se destaca la mejoría de los datos de crecimiento del PIB de los últimos años, un banco central con una política monetaria expansiva y unas normativas que están incentivando que las empresas sean más abiertas y repartan más dinero para los accionistas, ya sea en forma de dividendos o con recompra de acciones. “Es un mercado que también nos gusta mucho”, explica Javier García Díaz.
Respecto a la construcción global de las carteras, desde BlackRock se recomienda olvidarse del clásico formato que consistía en destinar un 60% a Bolsa y un 40% a bonos. Ahora, prefieren que sus clientes tengan un 50% en Bolsa, un 30% en renta fija y el restante 20% en activos alternativos. Dentro de esta última categoría, se incluiría inversión en mercados privados, ya sea a través de fondos de capital riesgo, de infraestructuras o de deuda privada. También recomiendan tener una parte de la cartera (un 8%) en oro y en activos digitales como el bitcoin, e incluso en fondos de inversión alternativa (hedge funds, en la jerga).
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