La EPA del segundo trimestre
El resultado más llamativo de la encuesta de población activa (EPA) del segundo trimestre ha sido la aceleración del empleo, al aumentar en relación con el mismo periodo del año anterior el 2,6%, tres décimas más que en el primer trimestre, en el que, a su vez, había crecido siete décimas más que en el cuarto trimestre de 2002.
Este resultado, que supone una importante mejora del mercado de trabajo español, sorprende si se compara con el crecimiento en el segundo trimestre de las afiliaciones a la Seguridad Social en situación de alta laboral, 3,2%, una décima menos que en el trimestre anterior, y del de los contratos registrados en los servicios públicos de empleo, 3,1%, 11 puntos menos que en el primer trimestre.
Si se considera la variación intertrimestral, el aumento de 233.700 personas entre el primero y el segundo trimestre se explica, en parte, por la estacionalidad favorable del periodo: el aumento de casi 100.000 personas tendría carácter estacional, ya que el crecimiento trimestral en cifras desestacionalizadas asciende a 144.100.
La elevada tasa de temporalidad y el muy bajo peso relativo del empleo a tiempo parcial contradicen las metas planteadas en la reforma laboral de 2001
Aun así, la tasa de variación trimestral anualizada de las cifras desestacionalizadas es elevada, el 3,5%, aunque algo menor que en el trimestre precedente (el 3,7%). Ahora bien, parte de este elevado crecimiento del empleo en cifras desestacionalizadas sería debido al factor calendario de la Semana Santa, que en 2002 se situó en marzo y en este año en abril, afectando al alza a las cifras del segundo trimestre.
Desde el punto de vista sectorial, y en tasa interanual, destaca por el carácter más estructural y menos coyuntural del empleo en el sector el empeoramiento de la población ocupada en la industria, con un descenso del -0,9%, cuando en el trimestre anterior aumentó el 1,9%, y la mejora en la construcción y los servicios, que con tasas del 4,1% y 4%, acentúan su ritmo de crecimiento en 1,9 puntos en el primer caso y en siete décimas en el segundo. Por otra parte, el empleo en la agricultura sigue disminuyendo (-3%), aunque menos intensamente que en el primer trimestre (-5,8%) (cuadro 1).
En cuanto a la distribución del empleo según la duración del contrato, el mayor aumento relativo del empleo temporal que el del indefinido en el segundo trimestre ha provocado que la tasa de temporalidad (porcentaje del empleo asalariado con contrato temporal) ascienda al 30,6%, tres décimas superior a la del trimestre previo (cuadro 2).
Ello es significativo, a pesar de que la tasa de temporalidad era en el segundo trimestre inferior en seis décimas a la de un año antes, de las dificultades existentes para que dicha tasa, la más elevada de la Unión Europea (UE), se reduzca drásticamente y se acerque a los niveles medios de esa área geográfica: en 2002, últimos datos disponibles de Eurostat, la tasa de España (el 31,2%) superaba en 2,4 veces a la del promedio de la UE (el 13,1%).
Por el contrario, el porcentaje del empleo a tiempo parcial sobre el empleo total, el 8,2%, una décima más que en el trimestre anterior y dos décimas más que un año antes, sigue siendo muy reducida en relación con la Unión Europea. Con datos de 2002, ese porcentaje (el 8%) es el segundo más bajo, después de Grecia, de toda la UE, siendo la media comunitaria del 18,2%, 2,3 veces la cifra de España.
La todavía muy elevada tasa de temporalidad y el muy bajo peso relativo del empleo a tiempo parcial contradicen las metas planteadas en la reforma laboral de 2001, en la que los dos objetivos prioritarios eran aumentar la estabilidad del empleo y, por lo tanto, reducir sustancialmente la tasa de temporalidad e incrementar la importancia relativa del empleo a tiempo parcial.
Por su parte, en el segundo trimestre el aumento interanual de la población activa, el 2,7%, es prácticamente igual al del trimestre precedente, el 2,6%, aunque menor que en el segundo trimestre de 2002, el 3,1%. La tasa de actividad (en porcentaje de la población de 16 y más años) asciende al 54,9%, tres décimas más que en el primer trimestre y 1,1 puntos más que en el mismo periodo del año anterior.
Como consecuencia de la mayor aceleración en el segundo trimestre del empleo que la población activa, el paro disminuyó en relación con el primer trimestre en casi 100.000 personas (-97.700), aunque prácticamente todo el descenso haya sido de carácter estacional, ya que con datos desestacionalizados la reducción trimestral es de sólo 8.100 personas, lo que, teniendo en cuenta que en el primer trimestre también aumentó, significa un crecimiento del paro desestacionalizado de 17.800 personas en el conjunto del primer semestre.
Si se ven los datos interanuales, en cambio, el paro, que viene aumentando desde el primer trimestre de 2002, creció en el segundo trimestre de este año en 58.800 personas y 2,9% en términos relativos, aunque este crecimiento ha sido menos acusado que el del trimestre anterior (4,9%), como también ha ocurrido con las correspondientes cifras del paro registrado.
Debido a esta evolución, la tasa de paro (porcentaje del paro sobre la población activa) alcanzó el 11,1% en el segundo trimestre, seis décimas menos que en el primer trimestre, diferencia que se reduce a dos décimas si se consideran las cifras desestacionalizadas. Sin embargo, la tasa de paro del segundo trimestre es igual a la de un año antes y superior en siete décimas a la de igual periodo de 2001 (10,4%), obtenida con la nueva metodología introducida en el primer trimestre de 2002.