El euro cede hasta la cota de hace dos meses por la mejora de expectativas en EE UU
El euro se ha debilitado en los últimos días hasta el nivel más bajo de los últimos dos meses frente al dólar, que se ha beneficiado del empuje de Wall Street y de las mejores perspectivas de la economía en Estados Unidos.
Los intermediarios en los mercados de divisas opinan que la moneda única europea no se despeñará por debajo del umbral psicológico de los 1,12 dólares y se resisten a creer que la carrera alcista del dólar en los últimos días sea duradera en vista de los datos fundamentales publicados en días pasados.
El euro llegó a caer ayer hasta los 1,1268 dólares, comparado con los 1,1322 dólares de la apertura y los 1,1326 del cambio oficial que fijó el Banco Central Europeo (BCE). A media jornada se registraron numerosas órdenes de compra del euro a 1,1275 dólares que contribuyeron a situar de nuevo a esta divisa en los 1,13 dólares.
A juicio de los agentes de divisas, el cambio actual de la moneda comunitaria es demasiado bajo y el adecuado debería situarse en torno a los 1,15 dólares. El reciente avance del billete verde ha sido atribuido, principalmente, a las fuertes ganancias bursátiles en Nueva York, que han animado a los inversores a apostar de nuevo por las actividades en el parqué, tras meses de escudarse en la seguridad de los bonos.
Aunque los datos económicos en Estados Unidos siguen ofreciendo un panorama mixto, con índices crecientes de desempleo, los inversores se sienten cada vez más optimistas de que la recuperación de la primera economía mundial está a la vuelta de la esquina. En Europa, las proyecciones sobre el crecimiento económico para 2003 son mucho más modestas que al otro lado del Atlántico y se espera que el avance de la economía sea, con toda probabilidad, inferior al 1%.
Respecto de los tipos de interés, el BCE los dejará inalterados en su reunión del próximo jueves, después de que los recortara a principios de junio al récord histórico a la baja del 2%, dicen los observadores del banco central, que añaden que los tipos permanecerán invariables hasta, al menos, después del verano.