Washington y Bruselas negociarán en otoño la liberalización aérea
Bruselas y Washington acordaron ayer abrir a partir del próximo otoño las negociaciones para un acuerdo de liberalización total del transporte aéreo, según informó ayer la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio. El pacto se enmarca en la cumbre semestral UE-EE UU. Los dos bloques llegaron, además, a un acuerdo para facilitar el acceso a la información sobre cuentas corrientes y para la inspección de los contenedores de los buques con destino a EE UU.
El plan de liberalización aérea exigirá la firma de acuerdos en el gobierno del transporte aéreo entre y dentro de la UE y EE UU. En este sentido, ambos bloques deberán coordinar sus políticas sobre el acceso al espacio aéreo, lo que incluye rutas, frecuencia y capacidad de los espacios aéreos.
La negociación aérea también pondrá sobre la mesa aspectos como la fijación de las tasas áreas, la aplicación de medidas efectivas para fomentar la competencia y la forma de implementar medidas para asegurar un alto nivel en los parámetros que rigen la seguridad aérea.
La ronda de negociaciones comenzará en septiembre. La UE estima que la consecución exitosa de un espacio aéreo único traerá consigo un aumento anual de 17 millones de pasajeros y unos beneficios para los consumidores de unos 5.000 millones de dólares (más de 4.350 millones de euros).
La Casa Blanca consiguió también que la UE cediera en un punto básico para su cruzada contra el terrorismo: la inspección de los buques cargueros con destino a EE UU. Un contingente de inspectores estadounidenses se trasladará a Europa de forma permanente y tendrá acceso libre a los contenedores de los barcos.
Al encuentro asistieron por parte europea el presidente de la Comisión, Romano Prodi, el presidente de turno de la UE, el primer ministro griego, Costas Simitis, y el máximo representante de la diplomacia europea, Javier Solana. Primó la cordialidad, después de las heridas abiertas entre los dos bloques a raíz de la intervención en Irak. Bruselas secundó a Washington al exigir a Irán que acepte una investigación exhaustiva sobre su programa nuclear. Pero Bush no consiguió que la UE se decidiera a congelar los fondos en Europa de la organización integrista palestina Hamas.
Iniciativa en la OMC
Aunque la reunión no sirvió para solventar todas las diferencias surgidas en materia de comercio entre los dos bloques (agricultura, acero y productos transgénicos, sobre todo), sí lanzaron un mensaje de compromiso con las conversaciones de la Ronda de Doha. 'Estamos de acuerdo en la importancia de convertir en éxito el próximo encuentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Cancún en septiembre), de forma que podamos impulsar las negociaciones de comercio global', dijo Bush.