El vaivén del euro y los datos de EE UU aumentan la volatilidad en las Bolsas
El Ibex vivió ayer una jornada de fuerte nerviosismo y gran agitación condicionado en todo momento por la fuerte tendencia a la baja del dólar. El principal indicador del mercado nacional terminó con una subida del 0,4% y una diferencia entre el nivel alto y bajo del día del 2,03%. Esto se traduce en un comportamiento que se resolvía con un avance del 0,64% en el mejor momento y de un recorte del 1,36% en el peor.
El paso de las pérdidas a las ganancias se produjo justo en el momento en que el euro retrocedía desde el máximo histórico que marcó a 1,933 unidades y en que Wall Street abría sus puertas. Los mercados estadounidenses registraban ganancias tras los últimos datos económicos. El índice de confianza de los inversores en el país aumentó en 2,8 puntos, algo por debajo de las previsiones que manejaban los analistas, pero se situó en la mejor cifra de los últimos seis meses. Las ventas de viviendas de segunda mano y nuevas también crecieron en el último mes, contrariamente a lo que se preveía.
El resto de los principales índices europeos vivió una jornada similar, con ganancias que no llegaron a superar el 1%. En términos de actividad, se registró una mejora importante respecto a la víspera. El lunes se obtuvo el volumen más bajo del año por el festivo en Estados Unidos y Reino Unido. Ayer, con ambos mercados abiertos, el mercado continuo negocio 111,67 millones de acciones, equivalente a 1.000 millones de euros.
'El euro seguirá siendo vigilado estrechamente por los operadores, que consideran el actual y desesperante movimiento lateral como una consolidación, lo que ha provocado unas lecturas de sentimiento del mercado hacia las alzas como no se había visto desde hace mucho tiempo. Estamos, así, en el mayor extremo de mercado hacia el sentimiento alcista desde que estamos en tendencia bajista desde marzo de 2000. Por ley de sentimiento contrario, esto nos indica que estamos en distribución, algo que confirma multitud de otros factores. Todo el mundo cree que la bajada será una mera corrección y una oportunidad de compra, pero yo creo que lo normal es bajar con mucha fuerza y defraudar esas expectativas', dice el estratega Cárpatos.
Los analistas de Safei destacan que 'la apreciación del euro ha vuelto a presionar a las Bolsas europeas al consolidar la moneda las posiciones de la semana pasada y alcanzar máximos frente al yen después del terremoto sufrido en el norte de Japón'.
Julián Antúnez, analista de Bolsa, señala 'que el temor entre los inversores y profesionales del mercado no es el movimiento a la baja del dólar, que ya se ha producido en otros ciclos pasados y siempre se ha salido. Lo que preocupa es la velocidad del movimiento'.
Darío López, operador de Bolsa, considera que 'el peligro está en los activos nominados en dólares más que en la caída de la propia moneda. Si se genera una mayor aceleración a corto plazo, los mercados lo pasarán mal como ya se ha comprobado en ocasiones anteriores.
En Citigroup España se insiste en '¿por qué se repiten los comentarios sobre la subida de la moneda? Podría ser que realmente se considere en el ámbito oficial positiva, aunque se repitan las advertencias sobre la velocidad del movimiento de la apreciación. En mercados tan especulativos como el actual, cualquier referencia sobre la bondad de los niveles del euro es una invitación a que siga subiendo. ¡Una muy mala noticia para la estabilidad de los mercados financieros en estos momentos! Mas allá de la responsabilidad indirecta del secretario del Tesoro de Estados Unidos en la caída de su moneda, sin duda la responsabilidad directa descansa en la confusión que sigue generando la política de comunicación sobre los objetivos a perseguir por parte de las autoridades europeas'.
Merrill Lynch limita el impacto de la subida del dólar
La vertiginosa escalada del euro frente al dólar es una situación que da vértigo a los mercados. De hecho, el recorte y la apatía de las últimas sesiones se ha debido al máximo histórico que ha marcado la moneda única.Hay muchas firmas de inversión que consideran que hasta que la subida del euro no se frene las Bolsas no se recuperaran. Merrill Lynch se desmarca y afirma en su último informe que la debilidad del dólar no implica necesariamente una situación negativa a todos los niveles. Y para argumentar su teoría refleja la situación que se vivió entre 1985 y el crash de octubre de 1987, cuando el hundimiento del dólar se produjo paralelamente a una remontada de las Bolsas a escala global. Los expertos van más allá y prevén que la subida del euro se prolongue hasta el próximo año, de tal forma que alcanzaría una paridad de 1,33 dólares.Para Merrill Lynch un euro fuerte desembocará en una corrección a la baja por parte de los mercados siempre y cuando la fortaleza del dólar provoque una caída en los índices estadounidenses.La firma considera casi imposible que la paridad actual entre las dos monedas pueda provocar en la renta variable de la zona euro un comportamiento mejor y por encima del resto.Tras un análisis detallado sobre el impacto de la subida del euro sobre las compañías europeas, Merrill Lynch llega a la conclusión de que los sectores que no se verían afectados serían el de telecomunicaciones y el de utilities, ya que sus ventas no están expuestas a la cotización de la moneda. En este grupo estarían empresas como L'Oréal, Volvo, Acciona, Electrabel y Solvay, entre otras.Los más perjudicados serían los sectores farmacéuticos, energético y tecnológico. Aquí se encuentran la española Terra, Renault, Olivetti, STMicroelectronics. Mediaset o BMW.