El euro ronda los 1,19 dólares ante el posible recorte de tipos en EE UU
La inesperada recuperación del índice industrial de Nueva York, que registró un aumento de los pedidos de fábrica de 10,1 puntos a 26,8 en junio, cambió la tendencia descendente del dólar registrada a comienzos de la jornada. A primera hora, el euro alcanzó el nivel histórico de 1,1931 dólares ante las perspectivas, cada vez más persistentes, de que el equipo que dirige Alan Greenspan acuerde la próxima semana una rebaja de los tipos de interés.
Con los datos conocidos ayer, los analistas se han dividido respecto al alcance de la rebaja por parte de la Reserva Federal, pero el recorte se da por seguro por una mayoría aplastante de los analistas. Una encuesta de Bloomberg entre 22 firmas que trabajan directamente con la Reserva Federal ofrece una total unanimidad en favor de la rebaja.
Alejandro Urbina, economista de Can One Capital Markets, considera que aunque el índice de Nueva York 'es un buen dato, no creo que suponga un cambio de escenario y los miembros de la entidad rebajarán un cuarto de punto los tipos de interés', dice, desde el 1,25% actual. 'Aunque los indicadores de confianza de empresas y consumidores han subido desde el final de la guerra, esta mejora no se ha reflejado plenamente en la actividad real', asegura Kamal Sharma, estratega de tipo de cambio de Commerzbank que apuesta por un recorte de 50 puntos básicos.
Este entorno dominará el mercado cambiario hasta que se produzca la esperada reunión de la Fed, los próximos días 24 y 25. Hoy se conocerá el dato de inflación de mayo y si, como prevé el mercado, se produce una caída de los precios, el terreno quedará aún más abonado para el recorte, dado el temor expresado por el banco central al riesgo de deflación.
Las autoridades estadounidenses han justificado la acelerada caída del dólar frente al euro precisamente en el diferencial de tipos de interés entre EE UU y Europa. Si la Reserva Federal acuerda finalmente rebajar el tipo de interés, el diferencial, que actualmente es de 75 puntos básicos, aumentaría y propiciaría, de acuerdo con esa teoría, una mayor depreciación del dólar frente al euro.
Sin embargo, Urbina asegura que según se vayan registrando señales de mejora de la economía de EE UU, el dólar puede reforzarse en los próximos meses hasta las 1,14 unidades por euro.
La caída del dólar, como viene siendo habitual, resultó desigual. El yen volvió a caer frente al dólar y el euro, cuando las autoridades económicas japonesas apuntaron la posibilidad de una intervención del Banco Central para debilitar el yen desde un nivel que pudiera dañar las exportaciones. La divisa nipona cotizó a 139,52 unidades por euro y a 117,69 unidades por dólar.
'No veo el yen en ninguna condición de fortalecerse a medio plazo. Japón vigila de cerca los mercados cambiarios', declaró el viceministro de Finanzas, Zembei Mizoguchi. La estrategia actual del Gobierno nipón consiste en anunciar a posteriori el importe mensual de las intervenciones. En mayo, alcanzó la cifra récord de 27.378 millones de euros.
Insuficientes entradas de capital
Los analistas siguen de cerca la evolución de las entradas y salidas de capital en Estados Unidos. Y aunque las noticias, en este sentido, son positivas, no son, a su juicio, suficientes para garantizar que el dólar está fuera de zona de peligro.La semana pasada EE UU registró una entrada neta de capitales de 191 millones de dólares, pero 'la media móvil de las últimas cuatro semanas es todavía más negativa de lo que lo era hace un mes', asegura Shahab Jalinoos, director de análisis de tipo de cambio.La subida registrada la semana pasada 'es mejor noticia, pero no suficiente para sugerir que el dólar está ya fuera del bosque', dice Jalinoos.La Administración de EE UU publicará esta semana los datos relativos al déficit por cuenta corriente del primer trimestre y los analistas coinciden en que es previsible un aumento de los números rojos. De confirmarse, los datos revelarían la creciente necesidad de financiación externa por parte de la primera economía mundial y, como refleja la débil entrada de capitales, las dificultades crecientes para pagar esos gastos. Ese escenario 'moderaría el entusiasmo del mercado y nos encaminaríamos a 1,20 dólares por euro esta semana', apunta Michael Woolfolk, del Bank of New York.