_
_
_
_
Basilea II

Las entidades españolas reclaman que los bancos centrales armonicen sus criterios

La banca española está convencida de que el pilar 2 del acuerdo de capital de Basilea va a dejarla en desventaja respecto a otros rivales europeos y americanos. Este pilar deja un amplio margen de actuación a los supervisores nacionales, responsabilidad que recaerá en el Banco de España.

Esta circunstancia ha hecho que se disparen algunas alarmas, ya que el regulador español es más exigente y estricto que la mayor parte de sus homólogos mundiales en cuestiones, por ejemplo, como la morosidad. En algunos países, de hecho, los bancos centrales ni siquiera tienen bastantes de las atribuciones que tiene el supervisor español. Por ello, las entidades, la Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) piden un esfuerzo de homogeneización. 'La discrecionalidad de los supervisores nacionales habrá de ser compatible con el mantenimiento de un terreno de juego nivelado', aseguró el presidente de la AEB, José Luis Leal.

Pero el caso es que el sector en Europa también ha pedido esta armonización, y así lo expresó en una conferencia organizada en marzo por la Federación Bancaria Europea. Sus esperanzas se centran en la Directiva CAD III, que hará obligatorio lo establecido en Basilea II y deberá estar aprobada antes de 2006. La Comisión parece estar de acuerdo. Así, la CE ya ha afirmado que 'habrá que maximizar por otras vías la convergencia de las prácticas supervisoras cuando la directiva sea implementada por los Estados miembros'.

Intento de adaptación

El nuevo acuerdo de capital es un intento de adaptar los criterios de solvencia y de riesgos exigidos a los bancos por las nuevas circunstancias. Consta de tres pilares: uno, que trata los requerimientos mínimos de capital según el tipo de negocio.

El segundo se refiere al papel de los organismos supervisores, a los que se les otorga una mayor potestad, ya que podrán exigir mayores coeficientes de recursos si lo estiman necesario. El tercer pilar trata la transparencia. Se prevé la versión definitiva para finales de este año.

A pesar de las quejas, que también se han extendido al primer pilar, los tres principales bancos tienen 'prácticamente concluidos' sus sistemas de medición de riesgos y de requerimientos de capital exigidos por el Basilea II, que entrará en vigor en 2006.

El SCH está actualmente inmerso en la elaboración de las herramientas de rating para los países en que está presente. Así, ahora trabaja en Chile, Portugal, Alemania y México (cada país consume dos meses de trabajo).

El SCH asegura que llegará antes de tiempo al modelo avanzado de gestión de riesgos gracias a la Circular 9/99 del Banco de España, que impuso el fondo estadístico de insolvencias. Esta exigencia ya obligó a la entidad y al sector a modernizar la gestión de riesgos que desde entonces ha contado con la consultora Oliver Wyman. El banco central, de hecho, ha validado los sistemas de calibración en crédito al consumo e hipotecario.

El BBVA también se benefició de dicha circular. El banco está 'bastante avanzado en la elaboración de estas herramientas', según se afirma desde la entidad. Además, se ha venido trabajando en los nuevos modelos desde que se produjo la fusión. Así, para la gran banca, Basilea ha servido más bien 'como un impulso', ya que aseguran que habrían tomado estas medidas de todos modos.

La parte más complicada, reconocen, ha sido la misma que en el SCH: la construcción de bases de datos para con sus filiales en América Latina. 'Todo tiene una fuerte base estadística, algo que es sencillo en Europa, pero complicado en Latinoamérica'. Aun así, el banco tiene avanzada la parte mexicana, su mayor filial allí.

En cualquier caso, el BBVA también asegura que estará en el modelo avanzado de gestión de riesgos. Basilea II permite dos enfoques en el cálculo de capital por riesgo de crédito, el estándar y el IRB básico y avanzado. La principal diferencia entre los enfoques estándar e IRB está en el uso de sistemas internos de rating y scoring (método de medición que usa la banca para conceder créditos).

Ahorros del 10%

El IRB básico y el avanzado, que proporcionarán ahorros de capital del 10%, se distinguen entre sí en el uso de cálculos propios de exposición y severidad. El Banco de Pagos Internacionales apoya la elección del sistema avanzado, pero una de las quejas de la banca ha sido precisamente que se incentivaba poco el uso de estos sistemas.

El Banco Popular ya ha concluido su adaptación, a excepción de la parte del riesgo operacional. El banco inició su adaptación hace dos años, según fuentes internas. Para este proceso ha colaborado con Deloitte y ha creado una unidad especial dada 'la complejidad del proceso'.

Más información

Archivado En

_
_