El BCE mantiene los tipos en 2,50% y prevé una recuperación modesta para este año
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, justificó ayer la decisión de no mover los tipos de interés de su nivel del 2,50% en la volátil situación creada por la guerra y en los pronósticos de la entidad de que Europa no caerá en recesión este año.
Sin embargo, Duisenberg afirmó que el crecimiento en la zona euro no superará este año el 1% tras haber registrado un escaso 0,8% el año pasado, frente al 2,5% en Estados Unidos.
'Nuestro escenario de base continúa siendo el de una recuperación modesta, unida a una reducción de la incertidumbre, que debería iniciarse en el segundo semestre de 2003. La mejor contribución que podemos hacer a la mejora de la confianza es mantenernos tranquilos y dar una imagen de estabilidad', explicó el presidente del BCE en una rueda de prensa en Roma, donde presidió una reunión del consejo de gobierno del banco.
En su opinión, coincidente con la inmensa mayoría de los analistas y expertos, todavía es pronto para evaluar las consecuencias económicas que tendrá la guerra en Irak dentro de la zona euro. En un contexto de tanta incertidumbre y si bien la situación de guerra no ha afectado al sistema financiero hasta ahora, Duisenberg aseguró que el BCE está preparado para inyectar liquidez para asegurar la buena marcha de los mercados.
Entre los elementos que provocan mayor volatilidad en la economía mundial, el titular del banco destacó el precio del petróleo, que puede tener un efecto claro en la inflación en los próximos meses, en función de cómo se desarrolle también la crisis iraquí. En el caso de que el valor del petróleo se confirmara a la baja, este año podría cerrar con una inflación por debajo del 2% en la eurozona y, en este sentido, Duisenberg reclamó moderación salarial acorde con esta hipótesis optimista.
En otro orden, el presidente del BCE confirmó que la fecha para abandonar su cargo es el 9 de julio, aunque no negó que pueda haber un periodo de transición para asegurar tranquilidad, el cual podría ser de 'una semana o tres meses'. Mucho se ha especulado y se sigue especulando con un retraso de su salida para facilitar que sea sucedido por Jean-Claude Trichet, cuya situación judicial aún no se ha resuelto.