La vida media de la deuda pública subió de 5,93 a 6,02 años en 2002
La negociación de deuda pública del Estado creció en 2002 un 15,9% y ascendió a 18,80 billones de euros, favorecida por el descenso de la contratación en Bolsa y de las cotizaciones, según explicó ayer el jefe de la división de análisis de la oficina de operaciones del Banco de España, Javier Maicas.
Según la memoria 2002 de la Central de Anotaciones del Banco de España y por lo que respecta a la emisión, el banco subraya que, por primera vez desde 1997, la emisión neta de letras del Tesoro superó las amortizaciones, lo que se tradujo en un alargamiento de la vida media de la deuda desde 5,93 hasta 6,02 años. Según Maicas, los seis años de vida media es un plazo 'aceptable' para el Tesoro, ya que le proporciona una 'gran confortabilidad' a la hora de proceder a su financiación.
Hasta ahora, el Tesoro había priorizado el recorte de la vida media de la deuda con una mayor emisión de títulos a largo plazo y con la amortización de los de menor periodo para reducir el coste de financiación. Sin embargo, durante 2002 amplió la emisión en letras para dinamizar este mercado, inyectar liquidez al mismo y atender la demanda de este tipo de títulos.
El incremento de la negociación anteriormente citado se produjo gracias a la actividad de titulares (agentes con cuenta en el Banco de España), que aumentaron un 14,3% la contratación y movieron 6,49 billones, la tercera parte del volumen total. También contribuyó la expansión en un 16,7% de la negociación con terceros, que superó los 12,34 billones, concentrada en el mercado de bonos y obligaciones.
Por tipo de instrumentos, el volumen negociado de los bonos y obligaciones supuso el 87,1% del total, frente al 82% que representó en 2001. En contraste, el peso de las letras descendió de casi un 17% al 11,9%, a pesar de las mayores emisiones de estos títulos y de la reforma del mercado, mientras que los instrumentos segregados representaron el 1% restante. Los inversores más activos siguieron siendo los no residentes, que aumentaron sus carteras en bonos y obligaciones, hasta copar el 42,7% de este mercado.